miércoles, 27 de febrero de 2008

Crisis de modelo

De esta crisis, que no es coyuntural, ni estructural, sino de modelo –y me parece espléndido que Manuel Pizarro haya asumido este diagnóstico- no se saldrá sin un recorte salvaje del gasto público, incluyendo eso que llaman prestaciones sociales, porque el término social se ha convertido en la engañifa, la patente de corso y la coartada para la expoliación de las clases medias y la expoliación de las clases medias es la miseria de la sociedad. Ahora la situación es mucho peor que al final de la etapa González porque no quedan empresas estatales que vender para hacer caja y porque las clases medias han invertido sus ahorros en patrimonio inmobiliario y el ladrillo se ha convertido en una trampa que se encamina a una constante depreciación. Sobran liberados sindicales, sobran canones y artistas subvencionados, sobran parlamentos autonómicos, sobran televisiones estatales, sobran investigadores funcionarios, sobran universidades públicas, sobran ONGs y ecologistas instalados en el Presupuesto, sobran políticos de todos los partidos. No podemos permitirnos tanta mano muerta. Las clases medias no pueden sostener a tanta gente viviendo del cuento. Piénselo. Difúndalo.

1 comentario:

LaMáquinaInconexa dijo...

Estoy plenamente de acuerdo con que este modelo socioeconómico no es sostenible. Si gran parte del presupuesto lo destinamos a pagar a un sector cada vez más creciente de vendedores de humo nos vamos todos a pique. Es algo tan evidente y palpable que cualquier joven que dude de ello puede comprobar sus efectos en sus propias carnes haciendo este divertido experimento:

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TU PRIMERA SUBVENCIÓN
-Finje ante tus padres que cabe la posibilidad de que unos amigos te contraten para un puesto de trabajo vitalicio y muy bien remunerado, pero que aún necesitarías ganarte su confianza invitándoles a diversas actividades (cine, cenas, copas, juergas...) durante un número indeterminado de semanas.
-Diles también que estos amigos NO SON los verdaderos dueños de la empresa, pero que han asegurado interceder favorablemente por ti ante sus directivos.
-También deberás prevenirles de su exquisito buen gusto y de que necesitarás que tus progenitores corran con todos los gastos, ya que tú estas a dos velas.
-Desde que recibas la primera subvención paterna para tu ficticio proyecto laboral has de mantenerte inflexible en cuanto a la solicitud de las pagas, y en ningún caso dejar que el sentimentalismo te venza, salvo que se produzca cualquiera de los siguientes supuestos:
A- Que tus padres te apremien insistentemente, pidiéndote explicaciones o reprochándote que tu situación no mejore mientras la hucha familiar sí merma.
B- Que mentir a tu familia de esta forma te haga sentir mal o muy mal.
-El supuesto A demuestra que tus padres poseen un mínimo de sentido común y que no creen verdaderamente en el socialismo, aunque lo defiendan de pico.
-El supuesto B demuestra que tú ya tienes los principios mínimos de madurez necesaria para emprender tu vida sin esperar a que nadie te regale nada. En eso consiste el liberalismo: tratar de salir adelante a costa del esfuerzo propio.
-La tercera opción sería que no te remordiese la conciencia. Y en tal caso no habría duda: tendrías la auténtica vocación de socialista y siempre anelarás salir adelante a costa del esfuerzo ajeno. Para lo cual te daría un consejo: al menos sé moderado y no te exaltes cuando te llamemos vago.
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Lo único que siento es que con esta singular performance habré dado malas ideas a más de un artista desaprensivo.