lunes, 31 de marzo de 2008

La hora de la renovación y el equipo de Mariano

Mariano Rajoy ha respondido de nuevo a su carácter previsible. Tal y como adelantaron A Fondo y Lanacion.es, la nueva portavoz del PP en el Congreso es Soraya Saénz de Santamaría. Persona de la absoluta confianza de Rajoy, con la que, como anécdota, acudió a recoger su acta de diputado. Rajoy apuesta por hacer su equipo, con todas las consecuencias, y por una renovación generacional, al tiempo que se demuestra que, sin necesidad de cuotas, el PP está abierto a las carreras exitosas y por méritos propios de las mujeres. Soraya, joven aunque suficientemente preparada, abogado del Estado, no es ninguna novata en política, pues ha ido siguiendo a la estela de Rajoy tanto en la Administración como en el Congreso y, por tanto, tiene experiencia de primer nivel en la toma de decisiones. También conoce bien las sensibilidades y clanes del PP pues ha sido secretario de política autonómica, tarea en la que la ha secundado Federico Trillo, un peso pesado que puede aportar experiencia y solidez al equipo parlamentario de Soraya. La nueva portavoz ha prometido como línea una oposición
“pegada a la calle, a la gente, a sus problemas, necesidades, ilusiones”. Por lo demás, el Congreso del PP, a celebrar en Valencia, entre los días 20 y 22 de junio, se presenta de trámite en lo ideológico y centrado en la renovación y en la estructuración del equipo de Rajoy para el partido. A Eduardo Zaplana se le agradecen los servicios prestados, y también a Ángel Acebes y Juan Costa. Palabras, en las Junta Directiva Nacional, que parecen premonitorias, respecto al final del ‘aznarismo’ y el comienzo del ‘marianismo’. En el PP es la hora de la responsabilidad y de ello está dando ejemplo Rajoy. Soraya Saénz de Santamaría, persona trabajadora y de comunicación fluida, bien merece un voto de confianza.

sábado, 29 de marzo de 2008

‘Conspiranoia’: Losantos y Pedro Jota, culpables de la derrota del PP (IV)

Sometido a los dictados de Losantos, coleccionista de estupideces, y Pedro Jota, ambos sin aparentes escrúpulos morales ni respeto a la verdad, el PP –o un sector, sobre todo- se va sumiendo en el más absoluto ridículo, pues toda su labor implica cuestionar precisamente la labor investigadora del Gobierno de Aznar, del ministro del Interior, Ángel Acebes, y del portavoz de aquel gabinete, Eduardo Zaplana. Fue para desternillarse contemplar a políticos actuando como auténticos peleles cuestionándose histéricamente a sí mismos, con tal de servir a sus pequeños señores. En un patético caso de amnesia aguda y colectiva, parece que estos personajes del PP, al dictado de dos chiquilicuatres, nunca recordaron que ellos estaban en el poder, que ellos tomaron la sabia decisión de destruir los trenes una vez hechos los análisis, que ellos detuvieron a los islamistas. No se puede llegar a mayor estupidez, sometidos a una esotérica fabulación, sin pies ni cabeza, que convierte a Losantos y Pedro Jota en los culpables de la derrota del PP. Este clima de apasionado interés por hacer el ridículo -¡se llegó a situar a Suárez Trashorras como víctima!- está reflejado en el siguiente extracto de mi libro ‘Conspiranoia, de cómo El Mundo y la COPE mintieron y manipularon sobre el 11-M”. El que avisa no es traidor y avisé, vaya sí avisé:

“Resulta chocante la obsesión del Partido Popular por desacreditar su propia investigación, pura sumisión a lo que se le indica desde El Mundo y se le vocea desde las mañanas de la COPE. Así, el 19 de abril de 2006, la diputada Alicia Castro declara que “a día de hoy, sabemos que tanto la furgoneta Kangoo como el Skoda Fabia y la famosa mochila número 13 pudieran ser pruebas no reales, que se habrían dejado como señuelos para dirigir la investigación policial”. Y el 8 de julio, Jaime Ignacio del Burgo indica que “el cierre del sumario es una pésima noticia porque los españoles nos quedamos sin saber quién hizo y promovió un atentado que provocó un auténtico terremoto político en España”. En flagrante contradicción con su persistente línea, el 8 de agosto de 2006, el mismo diputado navarro dice: “El Partido Popular no ha hablado jamás de conspiración, ni de que ETA estaba en el atentado”.
En septiembre de 2006, el Partido Popular concede credibilidad a las declaraciones de José Emilio Suárez Trashorras al diario El Mundo y centra en ellas su estrategia parlamentaria. Ángel Acebes pide “una revisión exhaustiva en todos los ámbitos de las investigaciones” y, en una nueva contradicción, Jaime Ignacio del Burgo retorna a la conspiranoia: “La versión oficial se ha derrumbado. Ha habido conspiración para evitar que se conozca la verdad del 11-M y esto es muy grave”. Mariano Rajoy no se queda fuera y llega a insinuar que ciertas pruebas “pudieron ser manipuladas” y que el sumario “está en tela de juicio”. El 13 de septiembre, en el momento de mayor desfonde moral del PP y de sumisión a la derecha pagana, Eduardo Zaplana presenta una interpelación urgente sobre el esclarecimiento de la verdad de los hechos relacionados con el 11-M. El día 21, Acebes y Zaplana afirman que “en la investigación del 11-M se han manipulado informes y se han destruido pruebas”.
El 4 de octubre es Esperanza Aguirre la que se implica en las sospechas y habla como un editorialista de El Mundo. “¿O es que no tenemos en España ejemplos de que aún 14 años después, como el caso del GAL, se han descubierto crímenes de Estado por investigaciones periodísticas? Nunca hemos dicho que el PSOE es responsable del 11-M pero queremos saber la verdad”. Las diferentes informaciones sobre qué no se puede determinar el explosivo utilizado, orquestadas por El Mundo, encuentran siempre amplio eco en las filas del PP, que actúan en calidad de palmeros. Sin embargo, el 20 de febrero de 2007, Zaplana proclama que el PP “jamás” ha hecho oposición con el 11-M ni ha cuestionado la actuación de la Justicia, cuando es notorio todo lo contrario, con él como ariete. Por esas fechas, Rajoy debe haber dado consignas de bajar el perfil en la cuestión porque él mismo 18 de marzo declara a los medios que “en mi partido no hay nadie que diga que ETA hizo esto. Y si alguien lo dice, yo le exigiré que lo pruebe. Y si no lo prueba, le diré que no lo puede decir”. Se remite a lo que digan los tribunales. No le hace mucho caso Alicia Castro quien el 1 de abril, asegura que la ‘versión oficial’ es mentira. De todas formas, el 15 de ese mismo mes, Rajoy se llama a andana e insiste en acatar la vía judicial: “Lo de la teoría de la conspiración que se lo pregunten a otros. Respetaré y acataré lo que decida el tribunal del 11-M”. De inmediato, Ángel Acebes sigue la consigna de la superioridad: “La teoría de la conspiración es una invención del PSOE, de Zapatero, de Rubalcaba y Pepe Blanco. Nadie ha puesto sobre la mesa una teoría de la conspiración, y menos el PP. No hay ni una sola frase que pueda sostener que el PP ha mantenido o respaldado teoría de la conspiración alguna. Nadie ha hablado en el PP de teoría de la conspiración”. El lector puede volver a releer las citadas reseñadas en los párrafos anteriores y cotejarlas con estos sorprendentes desmentidos del secretario general del PP.
Piqué insiste en la misma línea: “Ningún dirigente del PP ha abonado la famosa teoría de la conspiración”. El 19 de abril, Alberto Ruiz Gallardón pide no confundir la posición del PP de “respeto a la Justicia” con “otras voces” ajenas a su partido. Cinco días después, Zaplana dice que “las cosas no están muy claras” y que aún se desconocen “cuestiones esenciales y básicas”. A primeros de mayo, a la desesperada, El Mundo lanza la insensible especulación de que quizás convendría exhumar cadáveres como prueba pericial añadida sobre los explosivos. Ángel Acebes respalda al periódico con el que ha sellado tan estrecha alianza: “Hemos pedido siempre que la investigación sea lo mejor posible, que se aporte todo lo que haya que aportar para que se esclarezca y se conozca la verdad”. Zaplana, como siempre, va más allá aún: exhumar cadáveres sería “bueno” si sirve para “acercarse a la verdad”. El 16 de abril, el portavoz parlamentario, en su habitual papel de apasionado altavoz conspiranoico, considera que el informe sobre los explosivos confirma los “sólidos argumentos” del PP y justifica las “dudas” de su partido, porque “se desmorona la versión oficial”. No se puede caer más bajo en un político que fue de talla que devenir en frívolo discípulo de Luis del Pino”.

La lección sobre España de don Rodrigo Ximénez de Rada

Don Rodrigo Ximénez de Rada es una de las figuras más egregias de la historia de España. Me gustaría pensar que no es desconocido. Nacido en Puente La Reina (Navarra), fue el ideólogo de la Cruzada que condujo a la victoria de Las Navas, y el organizador de la logística de la expedición. Defendió el primado de la Iglesia de Toledo y puso la primera piedra de su catedral. Autor de ‘De Rebus Hjispaniae’, donde desarrolla el principio gótico impulsor de la Reconquista, fue un ardiente defensor de la unidad de España. En mi novela histórica ‘Héroes’ (Editorial Martínez Roca) le he rendido emocionado homenaje. El siguiente extracto escenifica una letio en el Studium Generale de Palencia –la primera Universidad española- en la que se resumen párrafos de su ‘Hechos de España’. Su amor a España es buen alimento para nuestro patriotismo:

El primado quiso captar la atención de la audiencia, en la que algunos parecían haber perdido el hilo o relajado su interés.
- ¿Cómo pueblo tan glorioso, de historia llena de proezas, pudo ser vencido por los moros?
Era, desde luego, una pregunta inquietante y desasosegadora, que todos se habían hecho alguna vez. Así que aprestaron sus oídos a escuchar.
- ¡Ah! hubieron de darse cita la más vil traición y la más terrible división del reino. El reinado de Witiza atrajo la cólera de Dios, pues el criminal, ante el termor a que pusieran coto a sus maldades y apartaran al pueblo de su obediencia, ordenó a todos los clérigos que tuvieran a las claras tantas mujeres y concubinas como les apeteciera y que no se atuvieran en nada a las disposiciones de Roma, que prohibe tales cosas. Fue tal la tromba del desbordamiento de los pecados, que la fortaleza de los godos se encontraba ya casi ahogada por las aberraciones. Esparció la altanería sobre el poder, la indiferencia sobre la religión, el enfrentamiento sobre la paz, la lujuria sobre la riqueza, la indolencia sobre la diligencia, hasta el punto de que tal como obraba el pueblo, así también el sacerdote, y como los pecadores, así también el rey.
Debía entrarles en aquellas molleras que todo reino alejado de Dios estaba llamado a sucumbir, que nada más provechoso para la salud del reino que la virtud de sus sacerdotes, pues muchos de sus oyentes recibirían algún día las órdenes mayores. No sólo el pecado había sido la causa, también la división, siempre, su peor fruto.
- Como el Señor quiso doblegar la gloria de los godos, se introdujo Satanás en la ficticia paz de Witiza. Había un hijo adolescente del anterior rey, estimado por todos por su benignidad, buena apariencia y atractiva forma de ser. Temiendo que un joven de tan buenos augurios pusiera sus miras en el trono, le persiguió. Enemigo de las disposiciones sagradas, nombró a su hermano Oppa, obispo de Sevilla, sin estar vacante. Fueron tales los desmanes que Rodrigo, a quien Witiza pretendió cegarle, se levantó a las claras, le capturó y, tras echarlo del reino, consiguió para sí el trono por elección. Rodrigo era avezado en la guerra y resuelto en las decisiones, mas en su forma de ser no difería de Witiza, pues en los comienzos de su reinado obligó a exiliarse a Sisberto y Eba, hijos de aquél, luego de provocarlos con afrentas y desplantes.
Mas si así estaban las cabezas, era porque también el pueblo, en su conjunto, había decaído, sin guerras nobles, entretenidos en conjuras palaciegas, demasiadas muertes entre hermanos a espada traidora. Don Rodrigo dio un puñetazo en el atril que sobresaltó a los oyentes. No era para menos.
- La derrota no hubiera sido posible sin don Julián. Tuvo en ello culpa don Rodrigo, no hay que negarlo, pues existía la costumbre de que hijos e hijas de los nobles se criaran en el palacio del rey. La hija del conde sobresalía por su belleza entre las demás. Don Julián, veterano en el ejército, conde de la guardia, pariente y amigo de Witiza, marchó a una embajada a África, y mientras tanto don Rodrigo violó a su hija, con la que estaba prometido en matrimonio, mas, a lo que se ve, no pudo esperar y forzó su virtud. Otros dicen que violó a la madre, esposa de don Julián, lo cual tiene más sentido para la venganza. Fuera como fuera, causó la funesta ruina de Hispania. Al regresar, cuando se enteró del estupro, viéndose sin honra, ocultó su dolor simulando alegría, y en pleno invierno navegó hasta Ceuta, donde dejó a buen recaudo esposa, hija y enseres, y allí mantuvo una entrevista con los árabes. Poseía el conde, Algeciras desde donde había infringido severos correctivos a los árabes, mas ahora les dejó la entrada franca. Se alió con un príncipe de ellos, llamado Muza, quien envió a su lugarteniente Tarif, con cien jinetes y cuatrocientos infantes africanos. Pasaron el mar en cuatro naves el 91 de los árabes, en el mes llamado del Ramadán. Y ésta fue la primera llegada, atracando en Tarifa. Lograron abundante botín y saquearon otros lugares de la costa. La pobre Hispania comenzó en ese mismo instante a ser desgarrada al brotar de nuevo los desastres de la antigua desgracia.
Pecado, molicie, guerra, división, traición, he ahí las causas que habían de tenerse siempre presentes. Por eso él había luchado con tanto denuedo contra la pretensión segregadora de Tarraco, ¡reclamando la herencia de los primeros invasores!
- Julián regresó soberbio ante Muza junto con los árabes que había guiado. Éste envió a Tárik Avanciet, que era bizco, con doce mil soldados, aconsejándole que mantuviera la amistad con el conde felón. Se reunieron en Gibraltar –hoy nombran Gebel Taric, pues en árabe gebel significa monte-. Envió a su encuentro don Rodrigo fuerzas al mando de un sobrino suyo, llamado Iñigo, que tantas veces como les presentó batalla, otras tantas fue vencido y, por fin, muerto. A la vista de los triunfos, Muza mandó refuerzos. Por su parte, Rodrigo, luego de reunir a todos los godos, salió al paso de los árabes. Era conducido con una corona de oro y un traje recamado con el mismo metal, en un lecho de marfil, tirado por dos mulas, tal y como exigía el protocolo. Y habiendo llegado al río Guadalete, cerca de Jerez, se luchó sin interrupción durante ocho días, pereciendo hasta dieciséis mil del ejército de Tarik. Mas ante el insistente empuje del conde Julián, y de los godos que estaban con él, fueron desbordados los cristianos, que volviendo grupas perdieron la vida en una huida sin esperanza. Los dos hijos de Witiza, que comandaban las alas, se habían entrevistado la noche anterior con Tarik, y en lo más reñido del combate se pasaron al enemigo, pues les había prometido que les devolvería todo lo que había pertenecido a su padre. Y así aquel pueblo, a quien se había rendido Asia y Europa, fue doblegado por los árabes.
Era preciso grabar en el alma de aquellos bachilleres el odio al traidor. ¿No había luchado en Alarcos con los moros Pedro Fernández de Castro, repitiendo la abyecta traición? La atronadora voz de don Rodrigo se elevó por las pilastras del salón y recorrió los altos techos.
- ¡Maldita la obcecación de la impía locura de don Julián y la crueldad de su rabia, maniático por su ceguera, olvidado de la lealtad, descuidado de la religión, desdeñador de la divinidad, cruel contra sí mismo, asesino de su señor, enemigo de los suyos, aniquilador de su patria, culpable contra todos! ¡Que su recuerdo amargue cualquier boca y que su nombre se pudra para siempre!
- ¡Maldito y mil veces maldito! –refrendó uno de los presentes, al que don Rodrigo miró complacido, por el efecto producido por su discurso.
Mas ellos no eran hijos de la derrota, ni habían sido abandonados por la Providencia, sino que eran los continuadores de un designio salvífico de Dios, que hundía sus raíces en la santa cueva de Covadonga.
- Mientras destrozaban Hispania con tantas acometidas. Dios todopoderoso quiso preservar bajo sus ojos a Pelayo como pequeña ascua. Refugiado en Cantabria, huido de Witiza, que quiso sacarle los ojos, al oír que el ejército cristiano había sucumbido y que los árabes campaban por sus respetos, tomó consigo a su hermana y se dirigió a Asturias, para poder mantener en sus escarpaduras al menos un pequeño rescoldo de la Cristiandad. Allí llevaban los más fieles las santas reliquias, como la casulla de San Ildefonso, que de su propia mano bordada le entregó Santa María por la defensa que el obispo hizo de su virginidad.
Era preciso que ellos sintieran, como Pelayo y como él, la pasión y el amor a Hispania.
- Había por la parte de Gijón un gobernador Munuza, cristiano que servía a los moros, quien, seducido por la belleza de la hermana de Pelayo, fingió trabar amistad con él, y aprovechando una embajada de éste a Córdoba, pues no se rebeló de inmediato, raptó a la hermana y se desposó.
De una traición vino la pérdida, de una lealtad, la salvación.
- A su vuelta, sin reconocer el oprobio, la rescató. Munuza pidió auxilio a sus aliados, informándoles de la rebelión. Acudió un fuerte ejército, con Alkama, lugarteniente de Tarik, y Oppa. Pelayo, al conocer su llegada, se refugió en una cueva de la ladera del monte Auseva, rodeada, como por obra divina, por roca inexpugnable, segura ante cualquier ataque. Alkama y Oppa, tras algunas operaciones de castigo, fueron a acampar al pie de la cueva. Y allí el arzobispo felón increpó a Pelayo: “Tú mismo sabes cuan grande fue la gloria de los godos en las Hispanias y que, aunque siempre resultó invicta contra los romanos y los pueblos bárbaros, ahora llora vencida por decisión de Dios. ¿En qué, pues, confías para que, encerrado en una gruta con muy pocos hombres, intentes oponerte a los árabes, a los que todo el ejército godo bajo un solo rey no pudo hacerles frente?” A lo que Pelayo respondió: “Aunque, en ocasiones, Dios golpee a sus hijos, sin embargo no los abandonará para siempre. Sabes perfectamente, obispo Oppa, de qué manera tú y los hijos del rey Witiza desatasteis, junto con el conde Julián, la ira del Altísimo por causa de vuestros crímenes, razón por la que sobrevino la ruina del reino godo. Y llora la Iglesia, completamente huérfana, por sus hijos muertos y desaparecidos, y no puede consolarse mientras no lo esté el Señor. Mas a cambio de este pequeño y pasajero exterminio nuestro, la Iglesia pondrá sus cimientos para resurgir; y yo, confiando en la misericordia de Jesucristo, no temo en absoluto a esa muchedumbre con la que vienes”. Oppa se volvió a los árabes y les dijo: “He dado con un hombre obcecado, sólo queda luchar”.
Don Rodrigo contempló, con satisfacción, como, con el decisivo diálogo, había cautivado la atención de los presentes. Hora era de ensalzar la gracia de Dios con quienes eran fieles a sus designios.
- Alkama ordenó a los honderos, arqueros y lanceros batir con intensidad la entrada de la cueva. Mas luchando, misericordiosamente, la mano de Dios en favor de los suyos, piedras, flechas y dardos se volvían hacia atrás, causando la muerte de los que los lanzaban; y así, muertos por disposición divina casi viente mil árabes, los demás andaban desconcertados como en medio de un huracán. Cuando Pelayo lo observó, alabando el poder de Dios y reafirmado en su espíritu de fortaleza, salió con los suyos de la cueva y dio muerte a Alkama, tomó prisionero a Oppa. Mató a la mayor parte de los árabes y a otros, en su retirada, los acuchillaban los cristianos que habían quedado fuera de la cueva. Y los que se escaparon, cuando marchaban por una cornisa del monte, se derrumbó ésta y se despeñaron a la corriente del Deva, reproduciéndose el milagro del ahogamiento de los egipcios, pues ese día quiso Dios que la victoria fuera completa.
La emoción era intensa cuando don Rodrigo concluyó su letio y un cerrado aplauso le confirmó al arzobispo que había cumplido con creces su objetivo. Les había transmitido la pasión de la que su corazón y su mente desbordaban. Era historia inacabada, en la que a ellos tocaba escribir las próximas hojas. Don Rodrigo se ensimismó, mientras el aplauso no aflojaba, orando por la victoria de las armas cristianas en la próxima contienda.

viernes, 28 de marzo de 2008

La Justicia es una broma macabra

Hoy siento vergüenza de la Justicia de mi nación, de la ineptitud supina del Estado de Derecho, de un Estado que es incapaz de defender a nuestros hijos de delincuentes con dos sentencias firmes que ni entran en la cárcel. España bananera. España de pandereta. España de chapuzas y leguleyos. Una niña de cinco años como cinco soles podía estar viva y está muerta. Su presunto asesino estaba condenado por delito tan grave como abusos sexuales a su propia hija. La pederastia es un delito gravísimo que apenas tiene reinserción. Aquí, en esta España de los milagros, ni se entra en la calle. La Justicia es ciega, torpe y perezosa. La Justicia es un cachondeo. Alguien se tomó vacaciones. Alguien no cumplió ni con el mínimo de su deber. Alguien, no. Algunos, porque encima hay reincidencia en la chapuza. Este Consejo General del Poder Judicial que ni puede renovarse va a abrir una investigación. No pasará nada. Suena a lo de siempre. Alguien debería perder su puesto de trabajo y responder ante la Justicia por negligencia. Pero para qué va a responder si da lo mismo. La Justicia en España en una broma macabra.

jueves, 27 de marzo de 2008

¡Que se vaya Ángel Acebes, pero ya!

Si a alguien se puede culpar de la derrota del PP es a los oportunistas aprendices de brujo que se inventaron una fabulación delirante sobre el 11-M. Con pleno desprecio a la memoria, dignidad y justicia de las víctimas, con injurias y calumnias hacia los héroes y hacia profesionales de la Policía, esa colección de estupideces de la teoría de la conspiración ha representado un proceso de indigencia mental y de corrupción moral a la que muy pocos nos hemos resistido, y que ha afectado de manera muy fuerte a la derecha política, aunque lo están pagando los que han actuado de peleles de periodistas sin escrúpulos, políticastros como Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, o Alicia Castro y Jaime Ignacio del Burgo en la segunda línea. No es preciso rememorar los dos revolcones que Zapatero le dio a Rajoy en los debates a propósito del 11-M. Nunca se había mentido tanto, tan clamorosamente, de manera tan estúpida y desde tanto tiempo desde una radio sin moral y desde un diario ultrasensacionalista. Lo que me preocupa más es el dispendio de energías y la degradación provocada en buena parte de la derecha sociológico, que ha degenerado en comportamientos preilustrados y sectarios. Toda esta historia la he desentrañado en mi libro ‘Conspiranoia, de cómo El Mundo y la COPE mintieron y manipularon sobre el 11-M”, que es fundamental para que bastantes aún se desprogramen y retornen a cordura.

Rajoy, patriota de los pies a la cabeza

Los grandes derrotados de las pasadas elecciones son los nacionalistas. El electorado ha mostrado su hartazgo hacia las ensoñaciones identitarias. Cuanto más radical es el nacionalismo más se le ha vuelto la espalda. Caso muy notorio el de Esquerra Republicana. Muy significativa la derrota del PNV, la pérdida de liderazgo, especialmente en su otrota pertinaz feudo de Vizcaya. A pesar de que nuestro sistema electoral prima a los nacionalistas, estos han perdido peso parlamentario a espuertas y no son decisivos para la gobernabilidad, por lo que no tienen sentido ni las provocaciones de los nacionalistas, el tiempo de las provocaciones ha pasado, ni tampoco las cesiones. La idea que el nacionalismo ha trasvasado votos hacia el PSOE es puramente especulativa, y carece de eficacia política. El hecho es que el 84% de los escaños representan opciones nacionales. No tendría sentido que el PP echara al PSOE en manos de los nacionalistas y en las cuestiones de Estado, realmente de Estado, los populares han de estar abiertos al pacto y a la abstención. Rajoy es un seguro de sentido común, frente a los fundamentalismo de algún cantamañanas radiofónico que ha llevado a la derecha al desastre y al ridículo. Rajoy es un hombre con una visión certera de las cuestiones de Estado y un patriota de los pies a la cabeza. Han de cesar las limitaciones a la libertad en la enseñanza y en ello se debe empeñar el PP plasmando la Ley del castellano que prometió en campaña electoral. No soy partidario de la devolución de competencias al Estado central, ni tan siquiera de las educativas. Soy partidario de transferir competencias a los ciudadanos, de que actúe la Alta Inspección del Estado, de una vez por todas, de que se ponga en marcha el cheque escolar para que sean los padres los que decidan en la educación de sus hijos. Son precisas nuevas soluciones y nuevas ideas frente a fulanismos y simplismos. El PP ha de actuar sin prisa pero sin pausa, ha de retornar a cordura sin hacer caso a los lobbys mediáticos de la derecha pagana que le llevaron a la histeria, a la crispación y al atolladero en la pasada legislatura. El PP ha de estar frente a los nacionalistas sin tener miedo a acercamientos al PSOE, desde la fortaleza, la claridad y la transparencia.

‘Conspiranoia’: Losantos y Pedro Jota, culpables de la derrota del PP (III)

A pesar de todos los desastres de gestión perpetrados por el Gobierno de Zapatero, el PP se vedó a sí mismo acceder al poder sometiéndose a los dictados de dos presuntos periodistas, como Losantos y Pedro Jota, sin aparentes escrúpulos morales y sin respeto a la verdad, en la burda fabulación perpetrada en torno a la masacre de Atocha. En vez de dedicarse a hacer oposición, Acebes -¡este personaje se dedicó a cuestionar su propia investigación y la labor de sus subordinados!- y Zaplana –ministro del Gobierno que realizó la investigación y detuvo a los islamistas y que llegó a preguntar quién dio la orden de asaltar el piso de Leganés- que actuaron, como el más brutal relativismo moral, como auténticos peleles, con el objetivo de consolidar su poder en el PP. Su salida ignominiosa de la vida pública no es más que la consecuencia de su torpe y amoral forma de proceder, aunque los auténticos culpables de la derrota del PP son Losantos y Pedro Jota, ciegos guías de ciegos del PP. El que avisa no es traidor y avisé, vaya que sí avisé. Por ejemplo, en el siguiente extracto de ‘Conspiranoia, de cómo El Mundo y la COPE mintieron y manipularon sobre el 11-M’ (Editorial Rambla):

“Ese sector del PP se pliega desde pronto a la teoría de la conspiración. El 22 de julio de 2004, el diputado Jaime Ignacio del Burgo en un artículo publicado en El Mundo, titulado “Malditas casualidades”, ya habla de que “sería terrible que estuviéramos ante una infame conspiración interior dirigida a alterar la normalidad democrática española”. Terminología lo suficiente vaga como para incluir la autoría islamista, que sin duda desarrolló una conspiración interior, en Lavapiés, Morata de Tajuña y Leganés, para alterar la normalidad democrática. El 30 de ese mismo mes, Mariano Rajoy especula con que “lo que me dice mi experiencia es que esos señores no tienen capacidad intelectual para diseñar una operación como ésta”. Algo que suena muy parecido a los 'pelanas' de la consigna de Losantos. Durante la Comisión de Investigación, el diputado Vicente Martínez Pujalte afirma que “el partido socialista se benefició de los atentados, manipuló los días posteriores la información y hoy no quiere que se investigue porque tiene algo que ocultar”.
En un clima que se va haciendo cada vez más vaporoso, Ignacio Astarloa, nada menos que el número dos de Interior cuando tuvo lugar la masacre de Atocha, declara el 18 de noviembre de 2004, que “tuve la impresión de que las pistas que apuntaban al islamismo eran intencionadas. Yo entonces estaba muy confuso. Pensé que me llevaban a un sitio al que me querían llevar”. En la misma curiosa línea de desacreditar su propia investigación y de sembrar dudas sobre las pruebas, el 22 de noviembre de 2004, Ángel Acebes indica que “no encaja que unos delincuentes comunes sean capaces de diseñar y ejecutar el mayor atentado de Europa”. Funciona, pues, en alta dosis el manual del perfecto terrorista puesto en circulación por Fernando Múgica, como si para matar o para atentar se precisara una superior inteligencia. “El 11-M fue diseñado de manera muy pormenorizada no sólo en cuanto a la ejecución de los atentados, sino en la aparición de las pruebas”, añadiendo que “la autoría intelectual va mucho más allá de los autores materiales ya conocidos”. Serie concatenada de suposiciones irresponsables por parte de quien el 4 de abril había dicho: “El núcleo central del 11-M está detenido o ha muerto en el suicidio colectivo de Leganés”. En su comparecencia ante la Comisión de Investigación, enigmático y literario, Aznar declara que “los autores no se encuentran ni en montañas remotas ni en desiertos lejanos”.
La Comisión de Investigación no resuelve nada, porque, como ya se ha dicho, las comisiones de investigación en nuestro sistema parlamentario no sirven para eso; de hecho, no sirven para nada, meras prolongaciones del debate parlamentario de trinchera. Por supuesto, no conduce a ninguna corrección de errores, ni a extraer lección alguna. La Comisión de Investigación sí asiste al nacimiento del "efecto Manjón", del que hablaremos en otro capítulo.
La conspiranoia se va armando. Durante todo el año 2006, el Partido Popular, su secretaría general y su grupo parlamentario, actúan como altavoces de Losantos y Pedro Jota y siguen a pies juntillas sus consignas. El 5 de marzo de ese año, Eduardo Zaplana acusa a Zapatero de ocultar la autoría del 11-M. El día 12 de ese mes, Rajoy y Esperanza Aguirre insisten en sembrar dudas sobre la autoría del 11-M y en los dos días siguientes, el líder del PP cuestiona la instrucción judicial. El 15 de marzo de 2006, la presentación del libro “11-M. Demasiadas preguntas sin respuesta”, de Jaime Ignacio del Burgo, editada por La Esfera de los Libros, se convierte en un aquelarre conspiranoico. Esperanza Aguirre se suma a la versión oficial de El Mundo respecto a una instrucción deficiente. “Hasta este momento, la conclusión que se saca es que hay demasiadas zonas oscuras, demasiadas preguntas sin respuesta o con respuestas que no resisten un escrutinio riguroso”. Eduardo Zaplana va más allá: “Jamás vamos a aceptar el silencio desde nuestro papel de oposición, y nos vamos a negar al seguimiento de esas verdades oficiales en las que nos quieren instalar”. Zaplana maneja, con soltura y desparpajo, el lenguaje de la secta.
El 15 de marzo de 2006, Jaime Ignacio del Burgo, el diputado más integrado y que saca más provecho de la conspiranoia, declara, en sede parlamentaria, que “nadie se cree que los moritos de Lavapiés fueran capaces de actuar solos”. Y durante los meses siguientes, tanto él como Alicia Castro se prestarán de buen grado a la estrategia de intentar desprestigiar al juez Juan del Olmo, presentándole como mera marioneta de torticeros intereses policiales. Sin embargo, Rajoy, el 30 de marzo, pone tierra de por medio respecto a la estrategia que está siguiendo su propio partido y su grupo parlamentario, descartando la participación de ETA en el 11-M y afirma que nunca consideró posible esa relación. Pero el 2 de abril, Jaime Ignacio del Burgo insiste en que “se han ocultado y manipulado pruebas” y dos días después tanto Alicia Castro como Eduardo Zaplana avalan la información falsa de El Mundo sobre la existencia de una tarjeta del Grupo Mondragón en la Renault Kangoo y piden al juez Del Olmo que “abra bien los ojos”. En un chat de Libertadigital, para que no falte nadie, Aleix Vidal Quadras se apunta al esoterismo de la verdad oculta: “algún día se sabrá la verdad. Ojalá que no sea demasiado tarde”.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Extracto de la novela histórica 'Héroes'

Reproduzco a continuación un extracto de mi novela histórica 'Héroes' (Editorial Martínez Roca). La escena narra una razia musulmana en la somosierra segoviana. Los cristianos se refugian en la Iglesia, que sirve de fortaleza. 'Héroes' describe la movilización de los reinos cristianos que conduce a la decisiva victoria de Las Navas de Tolosa.

Sonaron alocadas e imperiosas las campanas de la Iglesia de La Cuesta tocando a rebato. La señal convenida cuando los agarenos venían en algara, dispuesto a cortar cabezas y quemar cosechas. Montó raudo en su caballo y lo espoleó. Tenía un mal presagio y se enfureció con la montura pareciéndole que no daba de sí la premura que requería el momento de peligro. Eran las lomas de vertiente pronunciada y ni tan siquiera se veía, ni en las hondonadas ni en las crestas, el tejadillo del campanario. ¿Habría tenido tiempo Araceli de guarecerse? ¿Habría visto las fogatas de las torres o acaso, escardando en el huerto, a espaldas de la casa, había sido sorprendida por el repicar de campanas? Era éste cada vez más premioso, como si los sarracenos hubieran ya entrado a sangre y a fuego en la aldea. Además, su casa estaba algo apartada y la Iglesia, en sus funciones de vigía y fortaleza, tan decisivas, complementarias al culto a Dios, se elevaba en un elevado promontorio, desde el que se divisaba con nitidez toda la sierra a la redonda, mas cuyas laderas eran dificultosas de subir andando, así que corriendo hacían faltar el resuello. ¿Cómo sería capaz de subir por ese desnivel con su avanzada preñez y con una niña de algo más de un año, que apenas si sabía andar? ¿Habría traído a Araceli a estas peligrosas tierras de frontera para que muriera bajo el filo de las cimitarras? Le daba de puñadas en el cuello a la montura y le golpeaba en los talones para que corriera más rápido, mientras las campanas parecían haber enloquecido en su repique angustioso.
Descrestó el último collado desde el que se divisaba sin obstáculo la aldea. Las gentes corrían, azoradas, hacia la Iglesia y entraban por su portón como corderos en aprisco. No se veían casas ardiendo y eso alentó su esperanza, animando con gritos a su caballo. Ahora iban ladera abajo y parecían volar. Enfiló hacia su casa y se tiró en plena cabalgada, trastabilló, se levantó, entró. Estaba vacía. Quizás Araceli estaba ya en el refugio de la Casa de Dios, quizás estaba a media ladera, jadeando por coronarla, quizás aquella excitación podía haberla dañado en su embarazo y haberla puesta de inoportuno parto. Pensaba, rezaba y temía, al tiempo que actuaba. Cogió su espada, su arco y su carcaj, colgados al lado de la puerta, asió por las bridas al caballo y volvió a montar, recorriendo el terreno que le pareció más recto, pues fuera de las casas no existía camino hollado. Se topó con algunas aldeanos rezagados que iban acarreando su ganado, temerosos de su ruina, quienes no le supieron dar señales de Araceli. Alguna mujer nerviosa se caía y gimoteaba. Ayudó a levantarse a más de una y recomendó, inútilmente, que salvaran la vida y se olvidaran de sus bestias. Tomó a un niño que lloraba como abandonado y lo subió como una pluma, poniéndolo delante de él. El caballo bufaba en los últimos tramos de la loma y subía a saltos, hincando las pezuñas en la arena. Cuando coronó y el caballo, exhausto, se paró a respirar en la explanada, entre el ensordecedor tam-tam de las campanas le llegó el eco de voces amenazadoras en lengua extraña. ¡Iaaa!, le gritó a su montura, y dándole en las ancas con las bridas, le hizo entrar en la Iglesia, mientras él agachaba la cabeza para no darse con el dintel.
Había dentro considerable zarabanda, mezcolanza de buenas gentes y ganado, coro de sollozos y plegarias. Paseó su mirada angustiada por aquella riada de desemperados buscando anhelante el rostro de Araceli.
- Higinio, ¿dónde estabas? ¿por qué has tardado tanto?
- ¡Oh! gracias a Dios y a su Santa Madre.
Desmontó y se fundieron en un abrazo. Luego pasó protector la mano por el pelo de su llorosa hija, para infundirla ánimos.
Subió por sus venas un ardor guerrero. No había tiempo que perder. Haciendo acopio de serenidad, cogió a los jóvenes más animosos y les ordenó que cogieran la traviesa para atrancar el portón. Seguían entrando rezagados, mientras se hacían próximos los gritos de guerra y las invocaciones de Alá akbar. Hubo que arrastrar hacia dentro a un novillo que se empeñó en atascar la entrada y se entornaron las dos hojas de la puerta para más pronto cerrar. Iban a hacerlo, porque ya se veían relucir morriones agarenos, cuando pusieron pie en la explanada, Romualdo, su esposa y su hijo, un mozo veinteañero.
- ¡Corred! ¡corred! –les apremiaban desde dentro y les daban ánimos.
A sus espaldas se veían turbantes azules y negros. Los caballos de los moros eran muy veloces, aunque de menos alzada y potencia para las cuestas.
- ¡Corred! ¡corred! –gritaban con desesperación.
Romualdo se había empeñado en salvar a su vaca, preñada, que mugía sin entender el peligro que se cernía.
- ¡Suelta a la vaca! –gritó, desesperado, Higinio, temeroso de que, al final, no fueran capaces de cerrar la puerta y entraran por ella los sarracenos perpetrando una escabechina.
El mozo pareció despertar, tiró la soga, y echó a correr. Entrado el hijo como una exhalación, pisando ya el escalón sus progenitores, se oyó el chasquido de las cuerdas de los arcos y las flechas atravesaron a los desdichados, mientras algunas más se clavaban, vibrando, en la madera del portón. Cerraron al unísono las dos hojas y cuando iban a echar la traviesa, el hijo de Romualdo intentó forcejear para salir a auxiliar a sus padres. Hubo de despedirlo Higinio de un empellón.
La Iglesia de La Cuesta, con sus sillares de caliza, era una fortaleza sólida. Tenía tres defensas. Primero, el contorno todo, con angostas aspilleras, desde las que se podía disparar, con visión más amplia y a resguardo de los atacantes. Luego, en caso de estos consiguieran entrar, el coro, desde el que se dominaba la nave. Y, por último, la torre-campanario, cuya estrecha escalera de caracol era fácil de defender por un solo hombre, pues solo podían atacar de uno en uno.
El sacerdote consumió las Sagradas Formas para que, en ningún caso, fueran profanadas. Higinio hizo que se apartara el personal no combatiente, juntando el ganado en la zona aledaña al presbiterio. Cada uno sabía lo que debía hacer. Si la puerta se venía abajo, debían correr, sólo las personas, a refugiarse en el campanario. Los varones que estuvieran en la nave subirían al coro y desde allí harían frente a los asaltantes.
Lo más urgente era evitar que derribaran la puerta con algún ariete o que la prendieran, así que Higinio subió raudo al campanario. Funcionaba éste como torre-vigía, con amplia visión, y por sus amplios vanos se podía disparar el arco, guareciéndose de inmediato tras las columnas. Higinio tenía justa fama de buen arquero y los que estaban arriba le hicieron sitio. También en los rellanos de las escalinatas había cuatro aspilleras, desde las que se podía disparar, aunque con el ángulo de tiro mermado.
Higinio echó una mirada para hacerse idea de a qué se enfrentaban. Calculó que se trataba de una partida de una treintena de muslines, sin material de asalto alguno. Una docena daba vueltas alrededor de la Iglesia, mientras el resto iba entrando casa por casa para hacerse con las pocas cosas de valor que encontraban. Media docena de lugareños que habían confiado en pasar desapercibidos, manteniéndose escondidos en sus casas, fueron pasados a cuchillo, sin atender a sus gritos de clemencia. Higinio miró hacia la sierra. Un brillo de esperanza iluminó sus pupilas. Las fogatas de las torres de señales ardían a lo largo de la media ladera perdiéndose en lontanza hacia Gallegos y Pedraza. ¿Cuánto tardarían en llegar refuerzos? ¿Estarían vivos para entonces? Se veía con claridad que otro grupo de la partida asediaba la fortaleza de Sotosalbos, sin otra finalidad que evitar que de ella saliera ningún socorro y en el vecinco Pelayos ardían como antorchas las casas y las cosechas amontonadas en las eras.
Después del saqueo, en las manos de los musulmanes empezaron a aparecer amenazadoras antorchas. Estaban lejos, mas Higinio tensó su arco y la flecha fue a clavarse en el pecho de uno de los que observaba con mirada torva la Casa de Dios. El agareno se desplomó como un fardo. Esto llenó de confusión a los sarracenos que empezaron a gritarse unos a otros y a señalar hacia lo alto del campanario, cerrando sus puños y lanzando imprecaciones. Higinio hizo que todos tensaran sus arcos y al unísono salieran a los vanos para lanzar una rociada de flechas, así lo hicieron. Acertaron a uno en una pierna y otro cayó con el cuello atravesado.
Los muslines echaron la mayoría pie a tierra y una pequeña nube de flechas subió silbando hacia el campanario, mas los defensores ya se habían guarnecido y las saetas rebotaron en la piedra o se perdieron en el aire. Por las aspilleras, animados por el ejemplo de los situados en la torre, también empezaron a disparar, sin mucho éxito, mas generando suficiente confusión entre los enemigos, que tuvieron que ponerse a resguardo.
Se trataba de ganar tiempo, pensó Higinio. Por aquellas tierras estaban juramentados para acudir unos en auxilio de los otros. Esa era la única forma –hoy por mí, mañana por tí- de asegurarse una defensa que un villorrio en solitario no podía ofrecer. Ellos podían considerarse afortunados. Sus antepasados habían sido prudentes en edificar la Iglesia en lugar tan alto e inaccesible, y generosos con su Dios, de forma que podían resistir un asedio que ninguna partida en algara podía permitirse. Sólo podía rendirse con grandes catapultas cual si se tratara de cualquier fortaleza.
Por la resistencia encontrada, los agarenos andaban desconcertados y se notaba que iban y venían las órdenes y los reproches. Al poco se hizo un silencio tenebroso, y a cubierto del enjambre de las flechas que subían, sin demasiada puntería, hacia el campanario, otros corrían, cubiertos por sus adargas, con haces de leñas y troncos que iban apilando en la base del portón. Higinio husmeó el peligro. Bajó de dos en dos los escalones; desplazó al que se encontraba en la aspillera más cercana a la puerta, tensó el arco y los nervios. Dejó que los musulmanes dejaran su carga de leña. Esperó a que se retiraran y le clavó la flecha a uno en la espalda a la altura de los riñones. El musulmán dio un traspiés y rodó por la cuesta.
- Echad agua a la puerta –ordenó.
- No tenemos más que el agua bendita de la pila –apuntaron.
- No tendrá mejor finalidad que ayudar a salvar al rebaño de Dios –indicó el clérigo. Aquí tengo la jofaina del Jueves Santo.
La llenaron. Abrieron la miralla y vertieron su contenido. Lo hicieron así varias veces, hasta que aparcebidos los asaltantes de la estratagema, acudió uno tratando de herirles con su cimitarra, lo que resultaba de todo punto imposible, pues estaba protegida por la abertura por unos hierros salientes, que actuaban de defensa, mas, por si acaso, la cerraron. El musulmán, ciscado, empezó a maldecir y a aporrear la mirilla. Higinio memorizó la forma en que estaban situados los hierros. Se situó enfrente con el arco bien tensado.
- ¡Abre! –ordenó imperioso.
Nada más ver entrar un rayo de luz, soltó la cuerda y la flecha atravesó la cara del agareno, quien cayó para atrás, sin vida.
La serie de derrotas que estaban sufriendo los musulmanes parecían enfadarles más que desmoralizarles. Así que al poco empujaron un carro lleno de troncos, vigas, paja, piñas y cuanto material inflamable habían encontrado y lo pusieron junto al portón. Ya sólo les faltaba prender fuego para que ardiera como una tea. La puerta era de recio roble y tardaría en consumirse, mas, al fin, cedería. Había que prepararse para lo peor.
Higinio volvió al campanario. Miró a lo lejos. No se veía ninguna fuerza de rescate. Ya no era cuestión de reservarse, así que se situarían en los vanos para aumentar su cadencia de tiro. Dos musulmanes empezaron a correr con antorchas en las manos. Consiguieron acertarles antes de que culminaran su objetivo. Los agarenos se enfurecieron y empezaron a disparar, con rabia, hacia la torre. Uno de los defensores se desplomó inerte al vacío. Siguió un cruce de disparos. Luego en medio del duelo, surgieron a la carrera cuatro sarracenos incendiarios. Higinio mató al primero y otro fue acertado en un muslo, mas aún cojeando, consiguió tirar la antorcha, como sus otros dos compañeros supervivientes. En la retirada, el herido recibió tres flechazos en su costillar, mas a cambio un defensor fue muerto y otro herido en el hombro derecho.
El fuego empezó a chisporrotear y pronto fue fogata incontenible que lamía amenazadora la madera haciéndola crepitar. Se oyeron oraciones intensas y perentorias, y gritos histéricos en la nave. Ahora era cuestión de que no cundiera el pánico. Higinio abandonó su posición en el campanario y volvió a bajar. Hizo que en orden fueran subiendo por la escalera, pegados a la pared, dejando sitio para que los defensores pudieran moverse. A los jóvenes más dispuestos les situó en el coro, para que desde allí hostigaran a los atacantes cuando entraran en la nave. Estos valientes defensores no tendrían a dónde retirarse. Tendrían que combatir hasta perecer. Luego atrancó con el cerrojo la pequeña puerta que daba acceso a la torre del campanario y puso allí a hombres con espada, dispuestos a defender la entrada con su vida. Volvió a subir a la torre. De nuevo la visión fue desalentadora. No se veía ni tan siquiera una nube de polvo que denotara la cabalgada de una hueste de socorro. Tendrían que resistir con sus solas fuerzas. Les iba en ello la vida de sus familias. Siguió asateando con toda la rapidez y la pericia de que era capaz. Una flecha le pasó lamiéndole el carrillo derecho. El atacante estaba entre unos peñascos. Esperó que volviera a aparecer y le acertó entre ojo y ojo.
Los musulmanes empezaron a animarse con gritos de triunfo, pues el fuego había prendido decididamente en la puerta y está no tardaría en resquebrajarse y venirse abajo. El sacerdote dio la absolución y todos se aprestaron a bien morir. Las madres abrazaban a sus hijos para que la cimitarra acabara antes con ellas. Desde la aldea un grupo de musulmanes traían una viga para echar abajo el ardiente portón. Higinio pidió a todos que apuntaran bien. Cuando los asaltantes alcanzaron el rellano, dispararon todos a la vez, la viga cayó de las manos de los agarenos, con dos de ellos retorciéndose por el suelo, mas otros vinieron, la recogieron y golpearon fuerte con el portón que se vino abajo. Los musulmanes volvieron a sus refugios en la ladera, a esperar que el fuego decreciera para poder saltar, en tropel, por encima de él.
Higinio echó una última mirada. Nada. Sólo se veía el fuego de las techumbres de paja de las casas de Pelayos, mas ni una brizna de polvo. Miró hacia adelante para, rodilla en tierra, preparado su arco, disparar, cuando tuvo que frotarse los ojos, como si viera una visión, porque no daba crédito.
Ajenos a su descubrimiento, los agarenos habían echado a correr, con griterío infernal, y habían entrado en descubierta en el interior de la Iglesia.
- ¡Templarios! –Higinio gritó todo lo que daban de sí sus pulmones y las vegas le hicieron eco.
- Buena estratagema –sugirió uno de los desesperados defensores, percibiendo que los asaltantes conocían bien esa palabra.
- No es ningún ardid. Mirad –y señaló a lo alto del collado, donde una docena de templarios se disponían a cargar, lanza en ristre unos, arremolinando sus mazas otros.

martes, 25 de marzo de 2008

Abstenerse o votar en contra

Cabe recibir como buena noticia el nombramiento de José Antonio Alonso como portavoz del PSOE en el Congreso. Parece un signo de una predisposición dialogante y moderada, por cuanto el leonés compañero de pupitre de Zapatero ha dado muestras en su etapa de Gobierno de estar curado –o haber aparcado- las veleidades radicales de las que hacía gala en la Judicatura y en Jueces para la Democracia.
Mientras tanto, Mariano Rajoy gana tiempo, en lo que es un crack, y pospone hasta el lunes enseñar sus cartas, aunque cada vez más suenan como nuevo equipo de pretorianos los adelantados por A Fondo: Esteban González Pons, Pío García Escudero y Soraya Saénz de Santamaría. Aires de renovación y equipo conjuntado y personal.
Rajoy tomará la decisión de abstenerse o votar en contra de Zapatero a conocer su discurso en el debate de investidura. Hay razones para cualesquiera de las dos posturas, que se mueven en el orden de lo estratégico y lo puramente opinable. Decisión que marcará el tono de la oposición. A favor de la abstención está el hecho de que fue la propuesta de Rajoy en campaña para que el Gobierno no dependiera en demasía de los nacionalistas. También el que en una serie de cuestiones, como la renovación de los cargos judiciales, los dos grandes partidos están llamados a entenderse, y en otros, como la lucha contraterrorista, a volver al consenso que rompió Zapatero. Para votar en contra las razones son innumerables, empezando por la tendencia compulsiva de Zapatero a mentir y a no ser fiable.
Hay en una cuestión en la que el PP no ha de admitir acercamientos que diluyan la responsabilidad del Gobierno: la economía. En esa materia vale lo de ‘gobierne usted, señor Zapatero’. Para eso le han votado los que quieren ir contentos al desastre.

El diario ultrasensacionalista ‘El Mundo’ pone en ridículo a Del Pino...y a Pedro Jota

El diario ultrasensacionalista ‘El Mundo’ fue el auténtico inventor de esa patraña para mentes alocadas y enfermizas de la conspiranoia sobre el 11-M, que ¡tan caro le ha costado al PP y a los adalides de la chorrada: Eduardo Zaplana, Alicia Castro, Jaime Ignacio del Burgo...! Ha perpetrado algunas villanías históricas e histéricas como la entrevista-operación de imagen a Suárez Trashorras, en la que presentó al traficante de drogas y explosivos como una “víctima de un golpe encubierto tras musulmanes”.
Resulta extraño que el diario ultrasensacionalista incida en su propio descrédito con una entrevista insustancial y sensiblera con la viuda de ‘El Chino’. El interés en dar una imagen humana de Jamal Ahmidan me parece tan patética o más como sería hacer lo propio con De Juana Chaos entrevistando a su recién estrenada esposa.
Sólo se explica el retorno a la estupidez conspiranoica atendiendo a la pertinaz caída de ventas que viendo padeciendo el ultrasensacionalista diario, muy notoria desde que se conoció la sentencia, y seguramente agravada con los compulsivos y oportunistas vaivenes editoriales de los últimos tiempos. Debe añorar Pedro Jota los tiempos en los que, mediante la mentira y la manipulación sobre el 11-M, sin respeto a las víctimas ni a la verdad, vendía periódicos, pero de aquellas manipulaciones vienen estos hundimientos.
El curioso serial sirve al menos para comprobar que ‘El Mundo’ se desmiente a sí mismo, poniéndose en evidencia, y ridiculiza a un tal Del Pino, que otrora fuera su columnista estrella y del que Pedro Jota llegó a alabar su “honradez intelectual”, precisamente el día en que presentaba un libelo del esotérico personaje en el que afirmaba: “Leganés fue un puro teatro. Sangriento, pero teatro” y “En aquel piso no se suicidó nadie”. ¡Bizarras paridas del fabulador sin honradez intelectual alguna! Ahora hay ‘suicidio’ y autoría islamista, contra la grave imputación lanzada en su día por el propio Pedro Jota: “Cada vez más indicios apuntan a que el 11-M se gestó en el seno de los aparatos policiales y los servicios del Estado democrático”.
¿Quién va a dar credibilidad a un diario que da tantos bandazos, que ha mentido y manipulado tanto, que en vez de rectificar está dispuesto a considerar el 11-M un ‘caso abierto? Abierto el abismo de pérdida de ventas que se abre a los pies de Pedro Jota y por el que se está despeñando el diario ultrasensacionalista ‘El Mundo’.

lunes, 24 de marzo de 2008

Suecia, paradigma del parasitismo

Suecia es paradigma en varios sentidos. Desde luego de la propaganda. De inmediato se identifica a Suecia con el paraíso terrenal, en forma de Estado providente que lleva a los ciudadanos de la cuna hasta la tumba, en una dictadura benévola y confiscatoria. Esta idealización está lejos de corresponderse con la realidad. Suecia es la nación europea con mayor índice de suicidios, drogadicción y abortos; las familias más emprendedoras emigran y su pirámide de edades es la más envejecida. Bate todos los récords en absentismo laboral y no hace más que aumentar: se ha doblado desde 1998. La tasa de paro se sitúa en torno al 15%, si se cuentan las diferentes categorías de ingeniería semántica que el sistema se ha ido abandonando para maquillar su patente fracaso: ‘trabajadores’ apuntados a proyectos estatales de ayuda al desempleo, que no sirven para nada, ‘trabajadores’ que reciben cursos y ‘trabajadores’ en desempleo latente. Incluso, Suecia, contraviniendo los acuerdos internacionales, no contabiliza entre los parados a los licenciados universitarios en busca de empleo. La productividad es muy baja: un médico sueco del sistema estatal ve a cuatro pacientes al día de media, porque consume entre el 50 y el 80% de su tiempo en trámites burocráticos. Si Suecia fuera un estado de los Estados Unidos sería el quinto más pobre.
Suecia es paradigma de parasitismo pues su intervencionismo lo es en un doble sentido: hacia dentro y hacia fuera. Internamente, ejemplifica el consumo por el socialismo, en cualesquiera de sus fórmulas, de energías vitales, recursos humanos y materias primas. La socialdemocracia sueca se instaló en una sociedad poco poblada, homogénea, con una fuerte ética del trabajo. Hoy es una de las menos emprendedoras y competitivas. Sólo una de las cincuenta empresas más grandes fue fundada después de 1970, cuando la noche socialdemócrata cayó sobre Suecia. En los años ochenta del siglo pasado, el sistema sueco se vio obligado a introducir fuertes rectificaciones: desde la regulación de sectores como la energía, el servicio postal, el transporte, la televisión, las telecomunicaciones, hasta leves reducciones de impuestos y la introducción del cheque escolar y acuerdos de la Sanidad estatal con proveedores privados. A pesar de ello, y por la presión fiscal confiscatoria (compulsiva, hasta el 60% de un sueldo medio) y el exceso de trabas burocráticas y sindicales, la economía sueca no ha creado un solo empleo neto en el sector privado desde 1950. La sociedad es especialmente incapaz de integrar a los emigrantes.
Lejos de ser un modelo, el sueco, lo es, en todo caso, de parasitismo. Ha podido subsistir parasitando de las naciones que no han seguido su senda. Sus exportaciones de madera, hierro y acero hacen que Suecia sea, de manera curiosa, un adalid del librecambio. Curiosa y contradictoria pues predica de puertas para afuera lo que abomina de puertas para adentro. La explicación es bien sencilla: si todas las naciones se hubiera instalado en el esquema conservador reaccionario del Estado intervencionista Suecia no hubiera podido subsistir. Y no lo hará en el futuro, porque la crisis que afrontamos es planetario, y no va a dejar a nadie fuera de la exigencia de liberalización.

‘Conspiranoia’: Losantos y Pedro Jota, culpables de la derrota del PP (II)

Pocos momentos tan políticamente dramáticos como los que pusieron a Mariano Rajoy contra las cuerdas en los debates con Zapatero a propósito del 11-M. Las mentiras de Zapatero sobre la negociación con ETA quedaron tapadas por el sencillo recurso de mencionar las estúpidas fabulaciones de Losantos y Pedro Jota que el PP siguió de la manera más absurda, por el orgullo herido de Aznar, por la inconsistencia de Acebes –¡este personaje estuvo tres años cuestionando su propia investigación y cuestionando a los hombres a sus órdenes- y Zaplana. Estoy seguro que Rajoy lamentó no haber cortado esa patética sumisión del PP a dos personajes sin aparentes escrúpulos morales y sin respeto alguno a la verdad. Losantos y Pedro Jota son los culpables de la derrota del PP. Publico hoy un segundo extracto de mi libro ‘Conspiranoia, de cómo El Mundo y la COPE mintieron y manipularon sobre el 11-M’ (Editorial Rambla), en el que ya se vaticinaba el descrédito al que estaba siendo conducido el PP. El que avisa no es traidor y avisé, vaya que sí avisé. Por ejemplo:

“La teoría de la conspiración no ha sido sólo operación mediática, también política. Diseño de alto calado para domesticar al Partido Popular y situarlo bajo el dictado matinal de Losantos y las soporíferas sábanas dominicales de Pedro Jota. Esquema mimético, por cierto, del que Losantos denuncia de las relaciones entre Prisa y PSOE. A fuerza de combatir al adversario, uno corre el riesgo de parecerse a él. La relación de Pedro Jota y Losantos con Prisa es de amor-odio, de admiración. No pretenden modificar el sistema de los medios y liberalizarlo, para cercenar la impúdica mezcolanza de periodismo y política, sino reproducir el esquema en el ámbito de la derecha. Vamos, que quieren ser polancos y polanquitos. Y una parte clave del diseño es dominar al partido de referencia, convertirlo en correa de transmisión. En este caso, el Partido Popular. Un escenario en el que el debate de ideas está al servicio de los intereses. Al fin y al cabo, en lo fundamental la línea editorial de El País y El Mundo son idénticas -sobre todo la negación de la ley natural-, aunque los intereses sean notoriamente contrapuestos. Coinciden en cuanto compone lo que Juan Pablo II definió como la cultura de la muerte, en el laicismo y en la fobia contra la Iglesia católica.
De hecho, llevar a la derecha a esas ideas, imponerlas su propio código, es un proyecto en el que Pedro J Ramírez y Federico Jiménez Losantos llevan juntos trabajando más de dos décadas. Construir una derecha pagana como forma de llevarla a la modernidad -según sus criterios- es un proyecto compartido desde la etapa de Diario 16, cuando Pedro J era su director y fichó a Losantos como jefe de opinión del periódico.
Para la derecha pagana de Pedro Jota y Losantos, partidaria de acabar con cuanto suene a ley natural y a derecho a la vida, la derrota electoral del PP, el 14 de marzo de 2004, le ofrece la posibilidad de poner a dicho partido al servicio de su proyecto antropológico y, sobre todo, de sus intereses mediáticos. En primer lugar, porque las defensas de ese partido están muy bajas y porque la misma derecha social está desconcertada y, en buena medida, huérfana, necesitada de orientación y liderazgo. El diseño de la sucesión digitalizada de Aznar ha estallado por los aires con la masacre de Atocha y la burda utilización que la izquierda y la cadena SER hacen del atentado. Mariano Rajoy está a punto de tirar la toalla y abandonar la vida pública. Así se lo aconsejan, nada menos, que su padre y su esposa. Rajoy se marcha unos día solo a un hotel canario y vuelve con la decisión tomada de seguir, pero el panorama es, sin duda, complicado. El PP estaba preparado para el poder, pero ha de reorganizarse para la oposición. Como dice Jaime Mayor Oreja, "cuando pierdes el poder parece que menguas". Además, la centralidad del partido, Génova, tiene menos poder, en términos presupuestarios, que los barones de las autonomías. Pronto se perfilan dos sectores unidos por el liderazgo de Rajoy. Uno de ellos está formado por el secretario general, Ángel Acebes y el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana. Este grupo tiene en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la referencia de poder autonómico. En el otro grupo militan los barones autonómicos con mando en plaza como Francisco Camps, Jaume Matas, Núñez Feijoo, Ramón Luis Valcárcel y los secretarios generales de Andalucía, Javier Arenas y Cataluña, el luego dimitido Josep Piqué, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Diferencias más estratégicas que ideológicas. Los primeros, como fuerza centrípeta, partidarios de una oposición más fuerte contra el PSOE y más firme respecto a las cesiones a los nacionalistas, en contra de asumir lo que Aznar definió como “cambio de régimen”; los barones, como fuerza centrífuga, a favor de una oposición más suave, abierta a los nacionalistas y a favor de reformas estatutarias que no dejen fuera de ese cambio de régimen a las autonomías gobernadas por el Partido Popular. A la postre, todos han votado contra el Estatuto catalán y todos lo han hecho a favor del de Andalucía, con su “realidad nacional”.
Con un PP cuarteado, con la centralidad cuestionada por la derrota electoral, la teoría de la conspiración se irá situando, para la derecha pagana, como arma poderosa para someter al Partido Popular a consignas mediáticas. El 11-M no sólo vende periódicos y hace subir las audiencias de la radio; no sólo sirve para acosar a ABC y dejarle fuera de juego, entrando a saco en su clientela; también permite establecer una posición dominante sobre la estructura partidaria de la derecha como no se había conocido antes. Es preciso repetir que la teoría de la conspiración implica una realidad virtual, una mentira masiva, que al ser administrada por los gurús les concede una posición de preeminencia, desde la que pueden lanza anatemas laicos. La conspiranoia como tal se mueve en el ámbito de las creencias y no de la racionalidad y, a medida que el tiempo pasa sin resultado investigador alguno, se reduce al mantenimiento de la fe y la adhesión en los gurús. Servirá, con ese esquema, para intentar desacreditar a Alberto Ruiz Gallardón. Y a ella se plegarán por completo Ángel Acebes, curiosamente, pues era ministro de Interior durante lo básico de la investigación, y más aún Eduardo Zaplana, por quien ocupará buena parte de los esfuerzos del grupo parlamentario. Es la forma, a cambio, de conseguir un apoyo mediático que se considera imprescindible para atravesar una travesía del desierto inesperada. El pacto entre políticos y la derecha pagana mediática tiene esa confirmación con el fichaje de Cayetana Álvarez de Toledo como jefa de gabinete de Acebes, también con las reseñadas preguntas estrambóticas de la diputada Alicia Castro y con el eco constante que el grupo parlamentario popular, con preguntas e interpelaciones, irá dando a las confusas informaciones de El Mundo”.

sábado, 22 de marzo de 2008

‘Conspiranoia’: Losantos y Pedro Jota, culpables de la derrota del PP (I)

Poco margen para la duda queda respecto a que la estupidez y el desfonde moral –infinitos- de la teoría de la conspiración o conspiranoia ha sido determinante en la derrota electoral del PP. Un partido que es incapaz de resistirse a las patrañas y groseras mentiras de dos periodistas con aparentes pocos escrúpulos morales y sin ningún discurso en positivo, más allá de sus intereses y sus filias y fobias, parte de un notable hándicap. Políticos como Eduardo Zaplana y Ángel Acebes –¡este personaje estuvo tres años cuestionando su propia investigación y cuestionando a los hombres a sus órdenes- no han sido más que peleles en manos de tales urdidores de chorradas, en la página más negra del periodismo español. Losantos y Pedro Jota –los mejores aliados posibles y aún imaginables de Zapatero- han sido los auténticos culpables de la derrota del PP. En los próximos días, iré publicando extractos de mi libro ‘Conspiranocia, de cómo El Mundo y la COPE mintieron y manipularon sobre el 11-M” (Editorial Rambla) en los que se anunciaba ya el desgaste que estaban sufriendo políticos del PP y el daño que estaban haciendo a ese partido por fabular de la manera más ridícula sin respeto ni a las víctimas ni a los héroes. El que avisa no es traidor, y avisé, vaya que sí avisé. Por ejemplo:

“Sólo unos extraterrestres venidos de ninguna parte hubieran podido explicar lo que ha sido la teoría de la conspiración sostenida por El Mundo y esa Cope dominada por Losantos para sus propios intereses:
1.- Que no fue atentado islamista, sino que una trama policial asesinó a los 'pobres' musulmanes que murieron en Leganés.
2.- Que Suárez Tarashorras pudo vender explosivo, pero nada que ver con el que se utilizó en el atentado.
3.- Que los auténticos e ignotos autores del atentado -policías y espías españoles- asesinaron a compatriotas.
4.- Que pusieron toda una serie de pistas falsas.
5.- Que los ministros del Gobierno del Partido Popular, y sus responsables policiales, se cuentan entre los más ineptos del mundo mundial.
Lo curioso del punto 5 -la conclusión más lógica de cuanto han escrito y vociferado por las ondas los conspiranoicos- es que se trata de periodistas y comunicadores que pretendían defender al Partido Popular. ¿De qué? Nunca he llegado a entenderlo. Menos aún que conspicuos dirigentes de ese partido hayan dado alas y hayan sido comparsas de burdas manipulaciones que, en cualesquiera de los casos, les dejaban a los pies de los caballos. O que les obligaban -lo cual me parece de una gravedad extrema- a ensuciar la memoria, la dignidad y la justicia de un geo al que ellos habían dado la orden de asaltar el piso de Leganés. No he leído ni escuchado la más mínima defensa de su heroica conducta a Ángel Acebes, por ejemplo, y me parece ese hecho suficiente para que esté de más en la vida pública española. Cuando un hombre a tu mando pierde la vida en una operación bajo tu responsabilidad, la más mínima duda ofende y ha de salirse con arrojo a desmentir a los calumniadores.
Porque, entre el desfonde moral y la más completa estulticia, el Partido Popular, con la firma de la diputada por Asturias, Alicia Castro y, obviamente, con el visto bueno del portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, presentó una prolija batería de preguntas, de alto contenido conspiranoico, entre las que se inquiría, por ejemplo, sobre “¿quién dio la orden a los GEO de entrar el día 3 de abril de 2004 en la casa de Leganés, donde se suicidaron los terroristas presuntamente implicados en los atentados del 11-M?” Preguntar al Gobierno socialista sobre lo que sucedió cuando estaba en el ejercicio del poder el Gobierno del PP es, desde luego, cuestión bien chocante. La respuesta correspondería, indudablemente, a Ángel Acebes. El hecho es tan llamativo que induce a pensar que pregunta tan absurda no debió ser escrita por la diputada en cuestión, sino más bien por los periodistas amigos. Es una sospecha, desde luego, nada más. La diputada fue aún más lejos: “¿Tiene constancia el señor ministro de que, en la casa de Leganés, aparecieron los cuerpos de dos presuntos suicidas con explosivos a la cintura, pero sin iniciador, lo que hace que se pueda poner en duda el carácter suicida de la totalidad de los miembros del comando?” Si algo no es un suicida es presunto. Pero la maliciosa insidia no fue, en ningún caso, error mecanográfico o exceso de celo por la presunción de inocencia, porque se repite: “¿Tiene constancia el señor ministro que uno de los presuntos suicidas de Leganés fue encontrado en la vivienda, después de la explosión, con los pantalones puestos del revés, como consta en los informes del registro correspondiente, sin que haya dado una respuesta aclaratoria a este hecho al día de hoy?” Eso de los pantalones del revés dio lugar a obsesivos debates en los ambientes conspiranoicos, aunque siempre careció de relevancia. Que Jiménez Losantos pusiera en duda un hecho tan claro como el suicidio de los islamistas en Leganés me parece muy grave, pero que lo hicieran los políticos del partido que gobernaba eso sí me parece suicida. Ha sucedido por actuar al dictado. Parafraseando a Lincoln: no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, pero sí se puede engañar a muchos mucho tiempo. Y es lo que ha sucedido en torno al 11-M. Durante dos años, la conspiranoia ha servido para que el tándem Pedro Jota-Jiménez Losantos, una sólida alianza que viene funcionando desde los tiempos de Diario 16, hayan impuesto su criterio a una parte de la derecha política y a buena parte de la sociológica. En términos liberales, parafraseando a Lord Acton, ésta ha sido una historia de corrupción moral”.

viernes, 21 de marzo de 2008

En mi retorno a 'El gato al agua'

Quiero agradecer todo el cariño demostrado por los teleespectadores en mi retorno al programa 'El gato al agua', de Intereconomía TV. Por la línea de los mensajes, ha resultado muy gratificante comprobar el respaldo a mis esfuerzos por denunciar y desentrañar las mentiras y manipulaciones con las que se ha intentado rodear el 11-M hasta pretender la liberación de los autores de la masacre. Ese cariño se desbordó en la habitual votación para conceder 'El gato' que resultó sorprendentemente plebiscitaria. Sé que muchos sintieron ese pequeño triunfo como suyo y lo compartieron conmigo. Gracias.

Para salir de la crisis

La realidad la cambian los libros, y los movimientos sociales a los que dan impulso. La realidad ya está cambiada desde la publicación de ‘El manifiesto de las clases medias’ (Editorial Rambla). Ahora toca lo más fácil, en los dos próximos años articular el movimiento ciudadano de las clases medias que nos haga salir de la crisis de modelo en la que estamos.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Suena la hora de la rebelión de las clases medias

En esta legislatura hay que llevar a cabo la rebelión de las clases medias, regenerando un sistema que no funciona ni en lo económico ni en lo político. Si no se hace, iremos hacia un desastre colectivo como sociedad y como nación. Animo a adquirir y a difundir ‘El manifiesto de las clases medias’ como texto programático, porque esa rebelión hay que hacerla con altas dosis de racionalidad y de sentimientos nobles, con profundo convencimiento.
Hago, pues, este llamamiento a los queridos oyentes de A Fondo y ‘El país de las maravillas’, que me y nos demuestran tanto cariño y tanto respaldo cada vez que coincidimos y que han de ser el germen vivificador de la rebelión: las clases medias deben impedir ser expoliados, deben imponer su fuerza a favor de una sociedad de libertad, mérito, capacidad y riesgo emprendedor.

¡Recortad el gasto público!

Quizás con intención retadora, una oyente me inquirió sobre por dónde recortaría gasto público. No resulta difícil la respuesta. Pero antes recordar que nada es gratis y todo gasto público es gasto que sale del bolsillo de los contribuyentes, fundamentalmente de las expoliadas clases medias.
Por de pronto, sacaría a los partidos y los sindicatos, también los patronales, de los Presupuestos públicos. No son más que prolongaciones del Estado. No tiene sentido que, a la fuerza, cada ciudadano sea, de hecho, militante de todos los partidos.
Quitaría el canon de la SGAE y las subvenciones al cine.
Eliminaría de inmediato el cheque bebé.
Cerraría el Ministerio de la Vivienda, el de Medio Ambiente, el de Trabajo y Asuntos Sociales y el de Cultura, aunque de éste podría quedar en Presidencia del Gobierno una Dirección General de Patrimonio.
Procedería a que en los Ayuntamientos hubiera elección directa del alcalde, él nombrara a su equipo y los concejales sólo cobraran dietas por pleno.
Cerraría las Diputaciones.
Privatizaría todas las televisiones estatales y autonómicas.
Privatizaría el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Procedería a un proceso de reducción drástica de Universidades estatales, cerrando aquellas carreras altamente deficitarias.
Procedería a un proceso de desamortización de edificios públicos.
Establecería que los Parlamentos autonómicos sólo se reúnan un mes al año y los diputados autonómicos sólo cobren dietas.
Cerraría el Senado.
Pondría en marcha el cheque escolar lo que ahorraría mucho dinero en Educación y sobre todo en la relación calidad-precio.
Eliminaría las subvenciones a las energías renovables y pondría en marcha, sin tardar, un plan de centrales nucleares.
Eliminaría las subvenciones a los biocombustibles.
Pondría en marcha el sistema de cheque sanitario y el cobro por acto médico.
Pondría en marcha el sistema de capitalización en las pensiones.

Sangre, sudor y lágrimas, horizonte para las clases medias en esta legislatura

Sangre, sudor y lágrimas. Lo que vamos a tener los españoles en los cuatro próximos años no es otra cosa que sangre, sudor y lágrimas. No conviene engañarse, ni andarse con rodeos, ni poder cataplasmas a un modelo que simplemente no funciona, que no es competitivo.
Sangre, sudor y lágrimas. Porque nuestro modelo es ineficiente, tanto el económico como el político, y la conjunción de ambos produce una tormenta perfecta, difícil de sortear y en la que, por supuesto, podemos naufragar si cada uno no asume su responsabilidad. Para ese reto, estamos manifiestamente mal dirigidos. Zapatero no es la causa de nuestros males, aunque esté bien puesto a empeorarlos, sino el efecto, porque los males son más profundos que la enervante anécdota monclovita. El partido socialista no sólo se ha dedicado a negar la crisis, con lo que mejor y casi único que sabe hacer, la propaganda, sino que, además, su programa es un catálogo de despropósitos para profundizar en la crisis y llevar a la sociedad al conflicto y al colapso.
Sangre, sudor y lágrimas, porque el modelo estatista, de manos muertas, clientelar y prebendario, ultrareaccionario y tardo marxista, recibe un respaldo suficiente para seguir avanzando hacia el abismo y específicamente de las clases medias vasca y, sobre todo, la catalana, adormecidas por el sistema de expoliación de las clases medias al que el nacionalismo da dosis de perfeccionamiento masoquista.
Sangre, sudor y lágrimas, porque se pretende mantener la utopía, la quimera, la ensoñación perversa de que son los políticos, mediante coerción estatal y reducción de la iniciativa, los que pueden resolver los problemas humanos que dependen de la libertad y la responsabilidad individuales.
Sangre, sudor y lágrimas durante los cuatro próximos años porque vamos hacia la quiebra económica y hacia el colapso político y, a la postre, tenemos los que nos merecemos, lo que hemos edificado con cimientos de arena y en lo que estamos, a día de hoy, atrapados.
Sangre, sudor, lágrimas y paro y conflictos laborales e inflación alta y descenso del poder adquisitivo y aumento de la inseguridad ciudadana ese es el horizonte previsible de los próximos cuatro años, para una sociedad atenazada por la adoración al Estado, instalada en el servilismo de la compraventa del voto y en los caducos placeres de la expoliación de las clases medias.
Porque ni el modelo económico intervencionista ni el hiperinflacionado y expansivo modelo político funcionan, el ajuste va a ser de caballo y nada nos indica que tenga salida, porque el círculo vicioso de la economía ha empezado –la inflación al 4,4% y ya se ha dejado de mentir sobre descensos en primavera- y va a marchar como una bola de nieve, agrandándose, porque la inflación hace bajar el consumo, eso produce paro, el paro aumenta el gasto público, y vuelta a empezar.
Frente al rigor de los números, frente a la inexorable exigencia de la realidad, nada valen los arrullos de la retórica tardoprogre ni conservadora. Nada valen las mentiras, ni las dosis abrumadoras de propaganda que cada día se sirven, hasta el hastío en la pasada campaña electoral. No es Zapatero la causa de los males, sino su efecto, y su repetición indica que los males son muy profundos en la sociedad española. Porque, a la postre, una victoria de Rajoy no hubiera resuelto nada, más allá de interesantes paliativos, porque lo más grave es que el PP se ha presentado a estas elecciones como otra forma de socialismo, como otro intervencionismo de gestión, prometiendo un Ministerio más para cada problema.
Porque los partidos actuales han devenido en aparatos estatales que todos sufragamos (las primarias abiertas a todos tendrían que ser obligatorias pues todos somos militantes de todos los partidos, queramos o no) forman parte también del problema.
No es cierto que la economía se basa en la confianza como un criterio subjetivo, ni que nadie sea capaz de llamar a la crisis, ni tan siquiera estoy dispuesto a culpar a Zapatero, pues sólo es su administrador, un político profesional dispuesto a satisfacer suicidas demandas sociales para mantenerse en el cargo. No, el mal no es Zapatero, aunque pueda parecer la punta del iceberg, el mal, los males están instalados en la sociedad y eso hace más difícil su solución.
Sangre, sudor y lágrimas y paro e inflación, porque nuestro modelo económico no es competitivo, y el político está bien dispuesto a intensificar sus males, bien jaleado por buena parte de la ciudadanía, por la mayoritaria, incluso por toda, puesto que el PP ha ofrecido más de lo mismo con cosmética fiscal.
Sangre, sudor y lágrimas para la clases medias, atrapadas en el inmovilizado inmobiliario, expoliadas por canones y regalías.
Sangre, sudor y lágrimas para toda una sociedad casi por completo dependiente energéticamente, cuando la energía se dispara. Sangre, sudor y lágrimas para una sociedad que prohíbe los transgénicos y dedica el cereal y el maíz para combustible.
Sangre, sudor y lágrimas en aras de la hecatombe del Estado-providencia, de los políticos y los burócratas como los nuevos clérigos de la felicidad por cheques. Pero es lo que la gente quiere. A lo mejor va a resultar que las sociedades sí se suicidan. Cuando se hundía el Titanic, tocaba la orquesta. Sangre, sudor y lágrimas.

Por una Ley del castellano, de la Libertad en la enseñanza

Las urnas han representado un fuerte varapalo a los nacionalismos, sobre todo a los más radicales, a los que multan a quiene rotulan sus comercios en castellano o impiden que las familias puedan elegir el idioma en que quieren educar a sus hijos. Lejos de aprender la lección, y demostrando por enésima vez que el nacionalismo es un enemigo contumaz y acérrimo de la libertad personal, asistimos a una ofensiva, a una huida hacia delante de nuevas agresiones a la libertad. El nacionalismo gallego pretende seguir la senda de las multas a las empresas en una apuesta por el empobrecimiento general de Galicia, pues las empresas huyen de los resentidos iluminados de las esencias y de quienes, abusando de la lengua, intentan levantar fronteras de incomunicación. El Gobierno vasco, presidido por uno de sus iluminados acomplejados, con el que hasta su propio partido no sabe qué hacer, se dispone a perpetrar un estéril proceso de ingeniería social, de corte totalitario, para erradicar el castellano de la escuela. La consejería de Educación, a cuyo frente está un emigrante zamorano, perteneciente a un partido extraparlamentario como EA, pretende extender la inmersión lingüística en euskera como único modelo educativo, cercenando la libertad real, la de las personas. Según el Gobierno vasco, “Dado que en el actual escenario sociolingüístico las condiciones del entorno favorecen el uso y la competencia en la lengua castellana, y que la praxis y las evaluaciones han demostrado que la exposición al euskera en la enseñanza resulta fundamental para adquirir una capacitación comunicativa oral y escrita suficiente, el euskera debe ocupar el papel integrador que le corresponde como lengua principal en el proceso de aprendizaje". Como en 1984 de Orwell, aquí las palabras se utilizan con significado distinto y perverso. Es un trágala insufrible. No hay nada de integrador en la mentalidad totalitaria que destila el texto. Con coraje encomiable, un grupo de padres se ha movilizado en defensa de sus derechos y de los de sus hijos. Este tipo de problemas pueden evitarse en el futuro mediante el cheque escolar, incrementando el poder de los padres y arrebatandóselo a los mediocres comisarios políticos. Por el momento, hay que alentar la movilización ciudadana, confiar en la acción de la Justicia y esperar que una de las primeras iniciativas del PP en la nueva legislatura sea plasmar una de las ideas más sugerentes planteadas por Mariano Rajoy en su programa: una Ley del castellano, una Ley de la libertad, que permita a cualquier familiar en todo el territorio nacional que sus hijos puedan estudiar en castellano –idioma, por lo demás, que hablan cuatrocientos millones de personas en el mundo, y que es un activo de competitividad en este mundo globalizado.

martes, 18 de marzo de 2008

lunes, 17 de marzo de 2008

Recopilatorio de ‘Héroes de España’ el Jueves Santo

La vida te da grandes satisfacciones y para mí una de ellas, en lo profesionales, es haber abierto el espacio ‘Héroes de España’ los miércoles en A Fondo. No se trata de un programa de historia, aunque pretendemos ser rigurosos, sino de pasión por la Historia y de pasión por España. Son éstas dos pasiones latentes y perseguidas, ninguneadas en el troceado sistema escolar y objeto de ocultaciones. Somos una de las naciones más desasosegadas con nuestro pasado y pocas como la nuestra ha dado un elenco tan amplio de personalidades egregias, de hombres y mujeres ejemplares, de auténticos héroes, muchas veces desconocidos para la población y, sobre todo, para una juventud necesitada y hambrienta de referencias y a la que se niega su propia narrativa. De su memoria extraemos fuerzas vitales y revitalizamos nuestro patriotismo, virtud de ciudadanos conscientes. Hoy, Jueves Santo, el equipo de A Fondo ha preparado un recopilatorio de los programas de ‘Héroes de España’. Cada miércoles tenemos una cita con ellos, con nuestros héroes, con los hombres y mujeres que lucharon por la libertad y por España. Que usted disfruten el programa tanto como nosotros al realizarlo.

domingo, 16 de marzo de 2008

Incertidumbre en el PP de Alicante

Uno de los efectos colaterales previsibles de la pérdida de poder y presencia nacionales de Eduardo Zaplana –enfangado hasta la coronilla en la estúpida inmoralidad de la conspiranoia- es la incertidumbre respecto a la continuidad del zaplanismo en el feudo de Alicante, que ha ido siendo mantenido por el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, aunque en franco deterioro, tanto en la Caja de Ahorros del Mediterráneo –donde Ripoll jugó fuerte a la división- como en las listas electorales, donde Zaplana y Ripoll han mantenido a algunos de los diputados que llevan más de una década calentando escaño, sin hacer lo más mínimo.
No deja de ser una curiosidad el hecho de que Zaplana y Losantos hayan hecho también negocio –sobre sus mutuas mentiras y manipulaciones- en Alicante y hayan hecho ostentosos pactos mediáticos.
El futuro Congreso del PP, en el que habrá que elegir compromisarios, aclarará la situación y obligará a Ripoll a retiradas o cuanto menos a pactos que le permitan seguir sobreviviendo a la baja.

El miércoles, en ‘Héroes de España’, Don Rodrigo Ximénez de Rada

Es para mí motivo de especial satisfacción, anunciar a los oyentes del programa A Fondo, de Radio Intereconomía, que el espacio habitual de los miércoles dedicado a la serie ‘Héroes de España’ (de 21 a 22 horas) rememorará a uno de los grandes hombres de nuestra historia, don Rodrigo Ximénez de Rada. Nacido en la navarra localidad de Puente La Reina, criado en el monasterio de Santa María de Huerta, bachiller en Bolonia, don Rodrigo fue primado de España, ideólogo de la Cruzada y organizador de la logística que condujo a la victoria de Las Navas de Tolosa. Ardiente defensor de la unidad nacional, situando como ideal reconquistador la recuperación del reino godo, está considerado uno de los primeros historiadores por su magnífica obra “Hechos de España”. Canciller y confidente de Alfonso VIII, mantuvo la confianza de San Fernando III. Puso en marcha la construcción de la catedral de Toledo.

viernes, 14 de marzo de 2008

Zaplana, nueva baja conspiranoica

Eduardo Zaplana opta por ser ‘diputado raso’. A la fuerza. Ninguna opción tenía a ser portavoz, puesto en el que será sustituido por su peor enemigo: Esteban González Pons, el ideólogo y ejecutor de la deszaplanización del PP de la Comunidad Valenciana.
Zaplana fue clave en que esa autonomía pasara a ser un feudo del PP. Hizo una espléndida gestión al frente de la Generalitat valenciana, que impulsó el ‘milagro valenciano’. Dio el salto al Gobierno en los tiempos sucesorios, y todo lo transcurrido entre el 11 y el 14 de marzo de 2004 dio al traste con sus planes, que pasaban por una vicepresidencia del Gobierno.
La última legislatura ha sido un completo borrón en su trayectoria. Situado como un terminal y casi un pelele de Losantos y Pedro Jota, dos trepas sin discurso alguno, unidos por intereses, filias y fobias, Zaplana ha parecido un político de cuarta –lo que no es- y es el responsable de una batería de delirantes preguntas sobre el 11-M y de patéticos debates con Rubalcaba. No tuvo ni el mínimo de decencia para defender el honor de policías que estaban a las órdenes del Gobierno en el que era portavoz, antes al contrario se dedicó a cuestionar su labor y establecer sombras de vilipendio. Ha parecido un amoral político incapaz de racionalizar el mínimo de cuestiones sobre una masacre sin misterio alguno. Le despiden quienes le han hundido y muestra hacia ellos un peculiar síndrome de Estocolmo.
Nueva baja conspiranoica a sumar a las de Alicia Castro y Jaime Ignacio del Burgo. Pueden darse por descontadas las de Agustín Díaz de Mera y Ángel Acebes y debe sumarse la de Ignacio Astarloa. Quedan, en franco deterioro, convertidos en poco menos que los bufones del reino, los gurúes mediáticos: Pedro Jota, Losantos y un tal Del Pino, pero no les queda ni un año para salir por el sumidero de la historia entre el desprecio general.

Programa de reducción del gasto público

Quizás con intención retadora, una oyente me inquirió sobre por dónde recortaría gasto público. No resulta difícil la respuesta. Pero antes recordar que nada es gratis y todo gasto público es gasto que sale del bolsillo de los contribuyentes, fundamentalmente de las expoliadas clases medias.
Por de pronto, sacaría a los partidos y los sindicatos, también los patronales, de los Presupuestos públicos. No son más que prolongaciones del Estado. No tiene sentido que, a la fuerza, cada ciudadano sea, de hecho, militante de todos los partidos.
Quitaría el canon de la SGAE y las subvenciones al cine.
Eliminaría de inmediato el cheque bebé.
Cerraría el Ministerio de la Vivienda, el de Medio Ambiente, el de Trabajo y Asuntos Sociales y el de Cultura, aunque de éste podría quedar en Presidencia del Gobierno una Dirección General de Patrimonio.
Procedería a que en los Ayuntamientos hubiera elección directa del alcalde, él nombrara a su equipo y los concejales sólo cobraran dietas por pleno.
Cerraría las Diputaciones.
Privatizaría todas las televisiones estatales y autonómicas.
Privatizaría el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Procedería a un proceso de reducción drástica de Universidades estatales, cerrando aquellas carreras altamente deficitarias.
Procedería a un proceso de desamortización de edificios públicos.
Establecería que los Parlamentos autonómicos sólo se reúnan un mes al año y los diputados autonómicos sólo cobren dietas.
Cerraría el Senado.
Pondría en marcha el cheque escolar lo que ahorraría mucho dinero en Educación y sobre todo en la relación calidad-precio.
Eliminaría las subvenciones a las energías renovables y pondría en marcha, sin tardar, un plan de centrales nucleares.
Eliminaría las subvenciones a los biocombustibles.
Pondría en marcha el sistema de cheque sanitario y el cobro por acto médico.
Pondría en marcha el sistema de capitalización en las pensiones.

martes, 11 de marzo de 2008

El Cid, en ‘Héroes de España’

Hay una frase de Ortega en ‘España invertebrada’ que me resulta hiriente. Dice que a una cosa que dura ocho siglos no se le puede llamar reconquista. Por qué duró ocho siglos la reconquista. Porque no es que vinieran unas decenas de miles con Tarik y Muza, es que los reinos cristianos tuvieron que afrontar ser la frontera con el Islam y luchar contra continuas levas desde todos los confines musulmanes. El islam es racista, considera al árabe étnicamente superior, la raza elegida, y sólo el árabe es el idioma santo, en el único en el que se puede recitar y aprender El Corán. Tampoco ha conseguido superar la división en tribus. Esto produjo una lucha tremenda al poco de la invasión entre árabes y bereberes, luego entre árabes y sirios y bereberes, y más tarde entre sirios y árabes. Desde El Magreb, desde Ifriqiya a Mauritania, venían mercenarios y auténticos ejércitos. En el siglo XII, los bereberes, que habían sido gente de segundo orden en lo religioso, aparecen como los nuevos integristas. Se produce la invasión almorávide durante el reinado de Alfonso VI, en tiempos de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, un héroe de leyenda y un héroe histórico, que hoy vamos a tratar en nuestra serie de los miércoles sobre ‘Héroes de España’.

“La responsabilidad de Pedro Jota y Losantos en la derrota del PP es evidente y Pedro Jota ahora tiene que hacer méritos ante Zapatero”

Chat mantenido con Enrique de Diego el 11 de marzo de 2008.

Buenas tardes. Encantado de estar con vosotros en éste nuevo chat.

P: ¿Cree que Pedro Jota y Losantos con la conspiranoia tienen responsabilidad en la derrota del PP?
R: Me parece evidente que la conspiranoia ha sido una de las causas de la derrota del PP. Y la responsabilidad en esa derrota de Losantos y Pedro Jota, un periodista sin escrúpulos ni deontología, es total. Llevar ‘El Mundo’ bajo el brazo es como llevar un cartel: yo sí soy tonto y me gusta que me mientan y me manipulen.
P: ¿Crees que con estas elecciones ya se han eximido de las responsabilidades politicas de los conspiranoicos?
R: No. En absoluto. Las responsabilidades políticas implican la salida de todos y cada uno de la vida pública.
P: En tu intervención en El Gato al agua en octubre aseguraste que el PP tenía un problema, que Zaplana y Acebes tendrían que abandonar la vida pública. ¿El resultado de las elecciones te da la razón?
R: Se está cumpliendo al dedillo todo lo que he dicho y lo que he escrito en Conspiranoia. No duran un daño en la vida pública. Irán saliendo por el sumidero de la historia con ignonimia y el desprecio general.
P: ¿Hasta cuándo seguirá la COPE apoyando los delirios de Losantos?
R: Por lo que yo sé, en la COPE están muy preocupados con Losantos y no saben ya qué hacer con él. Apostaría porque en junio no le renuevan.
P: ¿Apostarías o hay algún dato que lo confirme?
R: Apostaría, porque hay algún dato. Como veis, tenían preparada una operación de acoso y derribo contra mí tras las elecciones. ¡Qué gentuza! Sus gurúes tienen por delante un merecido calvario judicial. Están acabados.
P: ¿A quienes más deberían alcanzar las responsabilidades políticas?
R: Las responsabilidades más fuertes son las de Acebes y Zaplana, las de Astarloa y Cayetana Álvarez de Toledo. Pero no dejo fuera a Mariano Rajoy. Me gustaría pero no puedo. Hay declaraciones suyas muy graves y él es el responsable último de lo que ha hecho su partido.
P: ¿La previsible nueva dirección de la AVT continuará con la línea conspiranoica?
R: En la nueva dirección de la AVT está Ángeles Pedraza que es una conspiranoica de tomo y lomo. La dirección de la AVT nace con el descrédito dentro de ella. La AVT ha dejado de existir como movimiento cívico y Alcaraz debería pedir perdón público por haber mancillado a las víctimas del 11-M y la memoria, dignidad y justicia de Torronteras.
P: Mariano sigue.
R: Un varapalo para Bruto-Pedro Jota, que ha descendido cuarenta mil ejemplares diarios. ¡Eso sí es un mal resultado! Creo que es preciso hacer una campaña contra El Mundo, contra El Marca, contra Expansión, para echar a Pedro Jota de la vida pública, porque es un cáncer de sensacionalismo y un factor de degradación moral. Y con él se deben ir Abadillo y un tal Múgica. El Mundo debe pedir perdón. Lo hará, porque le obligarán las sentencias.
P: ¿La admisión por parte de Rajoy de la autoria islamista no le exime de responsabilidad?
R: No, a Rajoy eso no le exime de la responsabilidad de sus actos pasados. Debe restituir. El PP necesita pedir perdón por la conspiranoia o desaparecerá como partido.
P: ¿Cómo van las querellas?
R: La de Sánchez Manzano contra Losantos se presenta esta semana. Y el SUP volverá a pedir la reprobación de los conspiranoicos en el Consejo de la Policía.
P: Pienso que El Mundo hará campaña contra Rajaoy para que en el congreso del PP haya sucesión. ¿Qué opinas?
R: El Mundo, en su inmundicia, tiene que hacer méritos ahora ante Zapatero y distanciarse de Rajoy. Pedro Jota no sabe lo que es ni la lealtad, ni un principio. Es un oportunista compulsivo, un saltimbanqui intelectual.
P: El Fiscal Zaragoza decía hoy que "era hora de pedir responsabilidades judiciales a los conspiranoicos". ¿No crees que el Estado, sino defiende activamente a sus FyCSE, estará en cuestión su inocencia en el "golpe de Estado" de los conspiranoicos?
R: No, esa inocencia no está en cuestión, pero desde luego el Estado ha de defender a sus policías.
P: Lo de El Mundo y La Cope es perseguible de oficio ¿no debería actuar la Fiscalía?
R: Sí, debería haber actuado, pero no lo ha hecho. Mejor así, porque han tenido que ser dos sindicatos, el SUP y el SPP, los que han actuado.
P: ¿Se presentará Esperanza Aguirre como candidata alternativa a Rajoy en el Congreso del PP?
R: No creo. En propiedad, cuando Esperanza da el golpe contra Gallardón, se lo da a Rajoy y en ese momento debía haber sido ella la que se presentara a las elecciones. Espero contar todos esos entresijos dentro de unos meses en un nuevo libro. La lideresa y El Mundo se quedan fuera de juego con esta maniobra. Creo que Rajoy se quiere vengar y no es tan tonto como se han creído los conspiranoicos.
P: Supongo que echará a Zaplana y a Acebes.
R: Si es que no tienen la decencia de dimitir, que ya les vale.
P: ¿Se dedicarán Del Pino y Alcaraz a hacer bolos conspiranoicos?
R: Pero, ¿Del Pino existe? ¿No era un extraterrestre con el pantalón del revés? La verdad es que Del Pino y Alcaraz, con su 11-M en positivo, hacen buena pareja de rolleros e inventores de chorradas. Lo siento pero un presidente de la AVT no se puede dedicar a poner en duda el explosivo para que suelten a los terroristas.
P: El nuevo director de ABC ya es tertuliano fijo de Losantos... ¿Cómo se explica eso?
R: Me alegra que se me haga esa pregunta sobre el ABC. Losantos está destrozando todo lo que toca, porque es un pequeño nihilista, coleccionista de estupideces. En ABC tiene una gran aliada que es Catalina Luca de Tena, que no es más porque no entrena. Es la decadencia absoluta de una saga y lo que han hecho, echando a Zarzalejos, de esa manera tan despiadada es jugarse el futuro de ABC a la ruleta rusa. Lo de Expósito es de traca, ni tiene echura, ni conocimientos, ni debía haber aceptado por dignidad. Un desastre. Hay tres periódicos de derechas en Madrid y ninguno vale un pimiento. ABC había ganado, iba subiendo y echan al director. He visto formas menos absurdas de suicidarse. Todo mi respeto para Zarzalejos.
P: En El Gato al Agua de ayer, un señor muy sensato y respetable, como es Alfonso Rojo, dijo exactamente lo que tú: que El Mundo y La Cope han marcado la agenda política del PP y eso les ha llevado a la derrota. Mi pregunta es ¿por qué los hooligans de esos medios hacen llamada a que tú seas boicoteado, y no a otros?
R: Porque he sido el único que les ha plantado cara de frente, porque he escrito 'Conspiranoia' donde se muestran sus vergüenzas, porque entre tanto periodista papagayo de partido, he dicho que les han mentido y manipulado y eso les escuece. Cosa que me enorgullece. Y no me callaría por nada del mundo, porque esta cuestión es vital para la regeneración de la sociedad. Animo a no cejar. A seguir dando la batalla. A ir limpiando el campo de tantos mentirosos.
P: ¿Es imposible tener medios autónomos? ¿Todo depende de la casta política de turno?
R Los medios están mediatizados por las licencias y la publicidad.
P: Volviendo a las querellas. ¿El Tedax Pedro se animará por fin a presentar la suya? ¿Como están los animos en los querellantes? ¿Confiados en la justicia?
R: El tedax Pedro puede presentar querella. Las querellas son demoledoras. Y falta la sentencia del Supremo que será otro varapalo para los conspiranoicos.
P. ¿Iniciará Pedro J una campaña sutil contra Rajoy?
R: Sutil y Pedro Jota son términos antitéticos. Le falta fineza, le sobra oportunismo. Comprar El Mundo es una indignidad.
P: Si los delitos de injurias y calumnias contra instituciones del Estado (FyCSE y Gobierno en concreto) son perseguibles de oficio, ¿porqué se permite que los seguidores de cierto blog ultraconspiranoico continuen acusándoles de terroristas, golpistas y asesinos del 11M etc...?
R: Ten en cuenta que Internet es anónimo. Hay mucho valiente escondido tras un nick.
P: Pero, tras requerimiento, estan obligados a facilitar la IP... el anonimato no ampara el delito. Hay sentencias desvelando nicks y usuarios de blogs. ¿Es ello factible en este caso?
R: Es una idea sugerente. Veré que recorrido tiene... Pues a lo mejor llevo a algunos a los tribunales. Gente que insulta y amenaza.
P: Creo que es factible, y hay pruebas de ello.
R: Sí, descuida, es buena idea. Habrá que estudiar el blog de Luis del Pino-date el piro. Puede ser muy divertido. Ver a algunos valientes al descubierto y en el banquillo: a el grajo y al major tom y a tantos.
P: Para desgracia del Timo, tenemos archivados todo lo que ha permitido en su blog... Y LD como subsidiario. En la querella contra Del Pino, se puede ampliar las pruebas, para que alcance a su blog, lleno de injurias y calumnias por acción e inducción del dueño, que no sólo consiente.
R: Conviene saberlo.

Muchas gracias a todos por vuestra participación. Muchas gracias también por vuestro aliento que para mí ha sido más fundamental de lo que os podría transmitir.

El PP se plegó al diario sensacionalista El Mundo y lo ha pagado muy caro

Tal día como hoy, hace cuatro años el terrorismo islamista llenó de sangre y de luto a España: 192 personas fueron asesinadas en un terrible atentado de terrorismo indiscriminado, en el que se mató a hombres, mujeres, niños, incluso en el vientre de sus madres. El terrorismo islamista mostraba así su saña demoníaca, su absoluta inhumanidad. Hoy el primer recuerdo ha de ser de homenaje a aquellas víctimas y de cariño hacia sus familiares.
Los terroristas islamistas mostraban su odio a la libertad, a la dignidad de la persona y a cuantos valores son propios de la civilización occidental, más allá del detonante de su odio en el apoyo del gobierno español, presidido por Aznar, a la guerra de Irak.
Por la inmediata cercanía de las elecciones, el atentado intensificó la división previa de la ciudadanía y ha sido objeto de manipulaciones mediáticas y políticas. Entre los días 11 y 14 de marzo, la cadena SER perpetró una exitosa campaña de propaganda. Luego, durante esta legislatura, llevados del ronzal por el sensacionalismo sin escrúpulos de Pedro J Ramírez y El Mundo, devenido en mero panfleto, el PP se ha sumido en una cadena ininterrumpida de estupideces, que he desentrañado en mi libro ‘Conspiranoia’, en un proceso de auténtica corrupción moral, que describiré en la continuación de ‘Conspiranoia’. Partiendo de las fabulaciones de un periodista con intensa trayectoria esotérica como Fernando Múgica, Pedro Jota, al que el Gobierno socialista no había dado la televisión analógica prometida, sentenció, en un ajuste de cuentas en el que las víctimas han carecido de importancia, “Cada vez más indicios apuntan a que el 11-M se gestó en el seno de los aparatos policiales y los servicios del Estado democrático”. Por si a alguien le resulta increíble que se haya llegado a tal nivel de degradación mercantilista leo lo que escribió esa vergüenza nacional que responde al nombre de Pedro Jota cuando no le dieron la televisión: “¿O más bien se trata de un castigo preventivo a cuenta de la investigación del 11-M, no vaya a ser que descubramos algo que, airado por la televisión, pueda descomponer el traje de santo para tontos confeccionado por los sastrecillos cobardes de la comisión parlamentaria?”
En un abuso de poder, con aliados radiofónicos como el maricomplejines Losantos, el aventador de cualquier estupidez, el coleccionista de estupideces, convertida en doctrina oficial del pesebre periodístico del PP, pastoreado por Acebes, la ‘conspiranoia’ se convirtió en el dogma de la derecha y en la principal línea parlamentaria de Zaplana. Incluso se dio pábulo y tomó recorrido un fabulador alumbrado de cuarta como un tal Luis del Pino que decía chorradas tan curiosas y tan injuriosas como que en Leganés no se había suicidado nadie, ninguneando hasta la nausea el heroico sacrificio del Geo, Francisco Javier Torronteras. El PP llegó a hacer trescientas cincuenta preguntas parlamentarias a cual más delirante, como la que inquiría sobre quién dio la orden de asaltar el piso de Leganés. Pregunta hecha precisamente por quienes dieron la orden. Si Pedro Jota ha escrito la página más negra del periodismo español, el PP ha escenificado la más amoral estupidez política, pues hasta los mismos cargos políticos de la cadena de mando del Ministerio del Interior, con Agustín Díaz de Mera, Ignacio Astarloa y Ángel Acebes se dedicaron a cuestionar, sin fundamento alguno, su propia investigación y –lo que es más grave- sin ser capaces de defender el honor de los policías que estaban bajo su mando y que arriesgaron, y Torronteras la perdió, su vida. Por esa inmunda conducta, los tres citados, Díaz de Mera, Astarloa y Acebes, sobran cada minuto en la vida pública.
Para que no faltara de nada en el esperpento, el proceso de corrupción moral perpetrado por el oportunista Pedro Jota –el mismo que pide el voto para Rajoy, y al día siguiente le intenta compulsivamente acuchillar con menos pericia carnicera que Bruto- afectó a la Confederación Española de Policía, que por lógica debía defender a los policías en vez de atacarlos, como ha hecho, y a la Asociación de Víctimas del Terrorismo que, por lógica tenía que defender la memoria, la dignidad y la justicia de las víctimas, en vez de mancillarlas, como ha hecho un desfondado Alcaraz sometido a los esotéricos dictados del tosco fabulador del Pino.
Sin resquicio para la sensatez, ni para la dignidad, avergonzándonos de continuo, vimos crecer en la derecha un pútrido ambiente de secta, y durante más de dos años y medio la mentira y la manipulación con la que la derecha sociológica y política se ha desayunado, se empeñó en que los terroristas islamistas, manifiestamente culpables de la masacre, del magnicidio, fueran puestos en libertad. A esa estrategia dictada desde la cloaca sensacionalista de ‘El Mundo’ se plegó el PP y lo ha pagado muy caro. Pero el culpable último de esta inmundicia es Pedro Jota. Una sociedad que quiera sobrevivir no puede amparar ni consentir conductas tan amorales. Los gurúes conspiranoicos, los coleccionistas de estupideces, los voceros de injurias, tienen por delante un merecido calvario judicial. Todos y cada uno de ellos, más pronto que tarde, desaparecerán por el sumidero de la historia, entre el desprecio general.
Enrique de Diego