Pedro Jota muerde la mano que le da de comer

La estrategia actual de Pedro Jota de acoso y derribo a Mariano Rajoy y de intento de destrucción del PP, provocando una escisión, responde al cien por cien a la máxima de no muerdas la mano que te da de comer, pero la inversa: no hace otra cosa que le ha dado de comer y le ha permitido importantes pelotazos.
No sólo El Mundo se reparte a granel y gratis en todos los colegios de las autonomías donde gobierna el PP, inflando sus ventas (también sucede con El País donde gobierna el PSOE, pagando tales dispendios los contribuyentes en ambos casos); no sólo tiene un inusitado interés por la ‘pilota valenciana’, hasta dedicarle un suplemento semanal en su edición de la Comunidad Valenciana, además Pedro Jota ha conseguido dar auténticos pelotazos gracias al PP (y la diseñadora Agatha, todo sea dicho de paso).
Por ejemplo, El Mundo recibió un número significativo de licencias de radio, que vendió por mil millones de las antiguas pesetas a Onda Cero, con la bendición de Aznar.
Las licencias no pueden venderse, pero la legalidad es muy relativa en un ámbito como el de los medios de comunicación que se mueve en el estricto tráfico de influencias.
Pedro Jota pretendió que se le entregara, a bajo precio, el entramado mediático de Telefónica y cuando no se llevó a efecto la operación, inició una feroz campaña contra César Alierta y contra Aznar.
El hecho de que la conspiranoia sobre el 11-M la montara como ajuste de cuentas por no recibir una licencia de televisión analógica tiene precedente.
Aunque el diario ultrasensacionalista El Mundo inició su andadura bajo el principio de no negociar con la información, ha hecho todo lo contrario, con maestría y compulsivamente.
Hasta ahora, porque su estrategia con el PP le puede cortar las cuantiosas subvenciones que recibe en las autonomías, toda vez que el declarado objetivo de Pedro Jota es hundir el PP y hacerle perder elección tras elección.