miércoles, 19 de marzo de 2008

Suena la hora de la rebelión de las clases medias

En esta legislatura hay que llevar a cabo la rebelión de las clases medias, regenerando un sistema que no funciona ni en lo económico ni en lo político. Si no se hace, iremos hacia un desastre colectivo como sociedad y como nación. Animo a adquirir y a difundir ‘El manifiesto de las clases medias’ como texto programático, porque esa rebelión hay que hacerla con altas dosis de racionalidad y de sentimientos nobles, con profundo convencimiento.
Hago, pues, este llamamiento a los queridos oyentes de A Fondo y ‘El país de las maravillas’, que me y nos demuestran tanto cariño y tanto respaldo cada vez que coincidimos y que han de ser el germen vivificador de la rebelión: las clases medias deben impedir ser expoliados, deben imponer su fuerza a favor de una sociedad de libertad, mérito, capacidad y riesgo emprendedor.

2 comentarios:

Ricardo Silvestre dijo...

Somos muchos los que estamos por esta labor, pero no nos engañemos, necesitamos algo más.
Necesitamos algo con entidad a lo que "apuntarnos" (en el sentido más laxo y liberal de la palabra).
El común de los mortales a parte de influir en sus amigos (que no es poco) es incapaz de poner patas a todo esto.
Bueno y aprovecho para felicitarle por su libro, cosa que todavía no habia hecho.

templario dijo...

A Ricardo Silvestre. Muy agradecido por tu felicitación y por tu comentario. En efecto, uno de los más graves inconvenientes es que el ciudadano concreto tiende a considerar que no es decisivo y carece, por tanto, de incentivos para informarse y para la acción, delegando su responsabilidad en los políticos o en los líderes mediáticos (esto es reciente) o centrándose en el ejercicio del voto cada cuatro años. Esto parece insalvable, salvo en momentos, como el actual, de crisis de modelo y de crisis de civilización. Ser pesimista resulta sencillo respecto a que no podemos organizarnos y, si he de ser sincero, tampoco sabría explicarlo bien. Está a punto de ponerse en marcha la web de la Plataforma de las Clases Medias y es preciso montar una organización territorial con clubs de debate que vaya configurando un lobby, también entrar en contacto con aquellas asociaciones representativas de grupos laborales de las clases medias: federación de autónomos, taxistas, todoscontraelcanon... Por lo menos intentarlo.