viernes, 23 de mayo de 2008

Liberalizar el sector eléctrico

El sector eléctrico español está intervenido, hay que liberalizarlo. Los precios de la luz están subvencionados y los fija el Gobierno. La factura se paga por una doble línea: vía Presupuestos, o sea vía impuestos, y de manera directa. Eso significa que quienes más pagan la luz son las clases medias porque son las que más tributan.
Ahora el Gobierno, acuciado por la crisis y precisado de subir la recaudación a través de agentes intermedios, se dispone a aprobar una importante subida de la luz. Del desprecio de los políticos socialistas a la supuesta escasa capacidad crítica de los ciudadanos son buena muestra dos hechos: la subida se produce inmediatamente después de las elecciones, se perpetra mediante fórmulas de policía bueno y policía malo, amenazando en primera instancia con porcentajes aún más altos.
El electoralismo ha adquirido tonos bananeros de picaresca. Se niega la crisis de manera persistente en campaña electoral para darse de bruces con la realidad poco después. En campaña, se hacen promesas de cheques. Y tras las elecciones se presentan las facturas, algunas tan gravosas como ésta de la luz.
Además, se aceptan algunos criterios de demagogia barata con los que se trata de desarmar a la sociedad respecto a la evidencia: subida de los precios, incremento de la inflación familiar, empobrecimiento de las clases medias. Se intenta recurrir a un cierto resentimiento social supuestamente latente de modo que el criterio de igualdad de todos ante la Ley se quiere romper en aras de una supuesta tarifa social, que esconde la eliminación de los contratos en aquellos aspectos beneficiosos para los ciudadanos como la tarifa nocturna.
Se dice que la luz se pagará con respecto a tramos de renta y que se beneficiará a los pensionistas. Se supone que Industria va a cuadrar las cuentas de tan delirante propósito. En suma, se cargará lo más fuerte del incremento en las clases medias, añadiendo nuevas dificultades a las que ya tienen para su estricta supervivencia. Se desincentiva el progreso, el esfuerzo y se impiden el ahorro y la capitalización.
El expolio de las clases medias ha encontrado una nueva vía ante la doble quiebra del modelo económico del pilla-pilla presupuestario y del político, con un sector hiperinflacionado –recordemos que el presidente ha pasado de tener 374 altos cargos y asesores en 2004 a tener 453 altos cargos en la actualidad; es decir, 79 personas más viviendo del organigrama, uno de ellos su primo, un incremento del 21%.
Todas las facturas las pagan las clases medias, pero empobreciéndolas más el sistema camina hacia el desastre.

1 comentario:

Mariló dijo...

Soy una asidua lectora de sus libros, éso me lo ha contagiado mi marido) y la verdad no doy crédito a la cantidad de verdades como puños que se dicen en ellos, sobre todo en los tres últimos libros publicados: "El manifiesto de las clases medias", Crisis planetaria.....", y "Mileuristas.....".
Seguro que mucha gente no estará de acuerdo, (nunca llueve a gusto de todos), pero estoy convencida de que ahora mismo España es como un tobogán, caemos cuesta abajo y el que se cree dueño del tobogán cree que esto es un juego.
No me gusta la política, pero tengo que lidiar con ella porque ya no puedo hacer nada con cincuenta euros en el mercado.
Saludos y espero siga así mucho tiempo, movilizando a los contribuyentes.