lunes, 1 de septiembre de 2008

Empieza un otoño sombrío

Este es el editorial de hoy, en el retorno del programa A Fondo, de Radio Intereconomía, de 21 a 22 horas:

Hoy muchas pequeñas y medianas empresas han presentado en los Juzgados suspensión de pagos. El tejido industrial se deteriora. Aumenta el paro, cuando ya ostentamos el triste récord en Europa.
Empieza un otoño sombrío, plagado de negros nubarrones en la política y la economía.
Incertidumbre, inquietud y sufrimiento humano.
No hay que entretenerse en pequeñeces. Es momento de claridad.
Para afrontar esta crisis –que Allan Greespan situó como la más grave desde 1945 y que si no se toman las medidas correctas será más grave que la del 29- España cuenta con un Gobierno mediocre, poblado de ineptos, y con el peor presidente de los posibles y aún de los imaginables.
Para nada sirve el ‘optimismo antropológico’, cuando se precisan racionalidad, sensatez y coraje. Si faltan éstas, el tal optimismo esotérico puede rayar en la estupidez.
Para nada sirven las excursiones, las fotos –se acuerdan de aquella del diálogo social- y los gestos, cuando de lo que se trata es de tomar decisiones: drástica reducción del gasto público y reducción de impuestos a las empresas y a las sufridas y expoliadas clases medias.
La España de las suspensiones de pagos, la España del paro no entiende de propaganda, sino de soluciones. Está harta de mercachifles y chupópteros y quiere gestores.
Frente al agujero negro de la crisis, que va subiendo por la estructura social, empobreciéndola, el Gobierno ha presentado cuatro veces el mismo paquete de medidas, sin contenido más allá del leve paliativo, llegó a hacer trampa con los datos en época preelectoral y ni tan siquiera ha conseguido salir de sus trabalenguas semánticos para no aterrizar en la realidad.
Mientras tanto, consumido el superávit, la deuda se desboca y va camino de superar con holgura el 1% en este año y no es descartable un horizonte de pesadilla europea para el próximo si se supera el listón fatídico del 3%.
Y deuda pública significa, más pronto que tarde, subidas de impuestos.
Como impuesto es la inflación.
Mientras tanto, los ciudadanos asisten atónitos, perplejos y hastiados a la negociación de la financiación autonómica, que cada vez semeja más el chantaje mutuo de un club de despilfarradores y manirrotos, con serios problemas para afrontar sus compromisos prebendarios.
Lo que mantiene atenazado al Gobierno, lo que explica este clima de falsa calma chicha de la España oficial mientras la España real se tambalea, es que estamos ante la crisis del modelo intervencionista, de esa falaz utopía de que los problemas humanos pueden ser resueltos desde instancias burocráticas reduciendo la libertad de los ciudadanos hasta situarles en la posición de súbditos.
Es el Estado, aquejado de gigantismo, con un sector político disparatado de tan numeroso, el que lastra a la sociedad.
Es el Estado insostenible el que consume las energías de una sociedad asfixiada y anémica.
Y el socialismo se identifica con el Estado, mantiene una larga simbiosis parasitaria con el intervencionismo, así que el Gobierno socialista no es la solución sino el problema.
El socialismo, coartada del hurto legal a las clases medias, ama tanto a los pobres, que siempre los ha creado por millones.
Ya veremos si con Zapatero –quintaesencia del político profesional- no vuelve el hambre a España.
Sí hay soluciones: necesitamos mucho menos Estado y muchísima más sociedad.
Punto final a la cultura de la subvención antes de que la estafa piramidal del Estado de bienestar se derrumbe.
La cuestión es que menos Estado es menos políticos y recortes en la tupida red de intereses creados.

1 comentario:

Guillermo dijo...

El socialismo es una filfa, un engaño,una ideologia trasnochada y decimononica, una fabrica de pobres y pesebristas dependientes sin los cuales no puede mantenerse en el poder para vender su ideologia "social".Es una ideologia paralela al comunismo y cohetanea del nacismo, una ideologia que no acaba de aceptar la libertad individual, ni la propiedad ni la familia,una ideologia que nos llevara a la ruina irremediablemente, una ideologia que solo sabe crear pobreza y no riqueza, una idologia expoleadora y recaudadora para trapichear, una ideologia inhumana y nihilista que no hace otra cosa que ingenieria social.

Eso es el socialismo.