miércoles, 3 de septiembre de 2008

Es preciso que las clases medias se organicen

La confianza del consumidor aumentó 5,1 puntos en agosto, según el Instituto de Crédito Oficial. O bien el entusiasmo vacacional provoca estragos y genera fantasías que hacen perder el sentido de la realidad, o bien la cocina del ICO -aparataje estatal al fin y al cabo- se ha puesto a temperatura máxima. Me inclino por lo segundo.
Porque, en datos objetivos y cuantificables, tenemos que Las familias españolas destinaron el 46,1% de su renta bruta disponible a financiar la compra de vivienda en el segundo trimestre de 2008, casi dos puntos más que en el mismo periodo del año anterior, según el informe del Banco de España.
Desde A Fondo –porque era y es nuestro deber- se avisó con mucha antelación de las dimensiones catastróficas que iba a tener esta crisis del modelo intervencionista y prebendario, en el que se expolia a las clases medias impidiendo su ahorro y capitalización. El tiempo nos ha dado, muy desgraciadamente, la razón. Otros han mentido u ocultado la realidad.
Ya no es suficiente el diagnóstico y la denuncia. Es preciso que las clases medias se organicen y se constituyan en lobby de la mayoría natural y silenciosa, y ejerzan el poder de su condición de contribuyentes y de votantes. A esa esperanza nos mueve el optimismo lúcido que nace de la convicción y de la responsabilidad.
Porque esta crisis actúa como un agujero negro que sube por la escala social destruyendo empleo y tejido productivo. Porque el paro creciente aumentará la deuda incipiente al tiempo que galopante, y cuando el Estado se vea incapaz de responder a todos los intereses creados, a todos los compromisos adquiridos, a todas las facturas giradas, su colapso acicateado por su voracidad le llevará a subir los impuestos, a incrementar la expoliación de las clases medias, extenuadas y al borde de su proletarización. Eso sería la puntilla y la entrada irreversible en un proceso de empobrecimiento, conflicto y desestabilización.
Es preciso organizarse para exigir la drástica reducción del gasto público que nos haría salir de inmediato de la crisis. Reducción que el Gobierno se niega a afrontar, porque el PSOE ama tanto a los pobres que está bien dispuesto a crearlos por millones. Porque el PSOE se ha convertido en una casta parasitaria, repartidora de prebendas a grupos depredadores, ineficientes y multimillonarios.
Nos vamos a jugar en el inmediato futuro nuestra pertenencia a las sociedades desarrolladas o nuestra caída en el tercermundismo. Nos vamos a jugar nuestra condición de sociedad abierta porque sin clases medias no hay tal. Nos vamos a jugar nuestra libertad y nuestra supervivencia. Podemos y debemos organizarnos. Es la apuesta, el sentido y la misión de A Fondo. No hay otra opción. Lo lograremos.

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