jueves, 25 de septiembre de 2008

Superados los peores presagios

Reproduzco el inicio de mi libro 'Crisis planetaria, la quiebra del Estado de bienestar'. La demencial política intervencionista del Gobierno norteamericano, establecida como consenso, hace que los peores presagios hayan sido superados. La batalla por la libertad y en defensa de una civilización occidental que se tambalea va a ser muy dura, más aún ahora:

"Avisé en mi libro ‘El manifiesto de las clases medias’ de la crisis que se nos venía encima. No lo digo desde la petulancia sino en descargo de responsabilidad. Esta no es crisis coyuntural. Ni estructural, tal y como la ha entendido tradicionalmente la doctrina económica. Esta es una crisis de sistema, que exige un diagnóstico certero y capacidad de movilización por parte de las clases medias, tal y como la describo y trato de promover en ‘El manifiesto’. Esta es la crisis definitiva de la fórmula ineficiente e injusta por la que grupos parasitarios –colectivos enteros de manos muertas- viven de la depredación de las activas y emprendedoras clases medias. Depredación que perpetra la clase política, con preferencia la de izquierdas, como directores comerciales del proceso, en una degeneración perversa de la democracia, que puede producir daños irreparables a la libertad en el mundo. Y es una crisis de la que, sin ese diagnóstico de fondo y sin esa movilización regeneradora, puede no salirse, porque va más allá de la teoría de ciclos. No vamos hacia una etapa de vacas flacas sino hacia una quiebra del sistema. Exige un esfuerzo titánico de liberalización, que se aplazó, e incluso se archivó, tras la caída del Muro de Berlín, sin extraer sus conclusiones, que hubieran debido conducir a la evacuación del socialismo por el sumidero de la historia.
"Es una crisis planetaria, que la sociedad norteamericana sorteara mejor por su mayor flexibilidad, pero que puede llevarse por delante a la decadente Europa, anquilosada en su excesiva burocratización, atrapada en la adoración a su herrumbroso Estado, y que puede llevar a la miseria y la proletarización de las clases medias españolas. Y, por supuesto, provocará hambrunas intensas y devastadoras en los llamados países del tercer mundo, en buena medida como lamentable homenaje a los tópicos ecoprogresistas de los salones occidentales.Establezco un principio contrastado: cada incremento de la población mundial exige un aumento equiparable de liberalización económica para hacer sostenibles los niveles de población alcanzados".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico artículo de Igoa Jauregi Arana (Aranguren- Zalla) en "Deia" de 23 de septiembre de 2008, titulado "La brunete contra Losantos"