martes, 1 de abril de 2008

El grito de la rebelión y ‘El manifiesto de las clases medias’ (II)

Nos encaminamos a una crisis económica que puede conducir a una crisis de civilización. Esa situación va a exigir la concienciación de las clases medias –etapa en la que nos encontramos- y la ulterior movilización. Esta es la crisis que avizoré y de la que avisé en ‘El manifiesto de las clases medias’ (Editorial Rambla). Reproduzco la segunda toma del último capítulo, titulado ‘El grito de la rebelión’.

En propiedad, no hay otra civilización que la occidental. Sólo ella permite el perfeccionamiento humanitario de la especie y los adelantos técnicos que permiten el sostenimiento de la población. La sociedad liberalizada, la sociedad abierta no asegura una mayor moralidad, es, simplemente, la condición sine qua non de la moralidad, pues sin libertad no hay virtud. Todo odio hacia nosotros mismos ha de cesar de ser exportado. Ni la extensión del odio ni de la pobreza pueden camuflarse bajo el nombre de ayuda humanitaria.
Cualquier deterioro de la civilización occidental sería un cataclismo para la humanidad entera, pues toda ella sobrevive bajo su impulso y mediante su consumo. Aquellas naciones que, por ejemplo, tienen su principal fuente de riqueza en el petróleo o cualquier otra fuente de energía, obtienen sus ganancias de las sociedades occidentales y de las que se van sumando a los principios de la liberalización. La paz sólo puede conseguirse mediante la extensión del libre comercio. La mejor forma de ayudar a las poblaciones atrasadas es eliminar aranceles a sus exportaciones y condicionar esa medida a los derechos humanos.
El fortalecimiento –e incluso la supervivencia- de nuestra civilización depende de su perfeccionamiento interno, de su liberalización, de la rebelión de las clases medias. Esa rebelión ha de partir y proclamar dos principios: nadie que pueda valerse por sí mismo ha de vivir del esfuerzo de los demás; ninguna idea puede servir, por aparente que sea su moralidad, de coartada para lucrarse, con dinero estatal, de los otros. La constante agresión a las clases medias ha pasado, como hemos visto, por tres etapas históricas: el intento de exterminio, la expoliación mediante el chantaje de la amenaza comunista y la depredación a través y por castas parasitarias que se han arrogado la función de líderes morales. Estamos volviendo a la primera etapa.

3 comentarios:

LaMáquinaInconexa dijo...

La pedagogía es el mejor aliado y "El Manifiesto De Las Clases Medias" cumple esa función. Aunque, por desgracia, el mensaje aún no ha llegado a una mayoría suficiente que esté en condiciones de cambiar de idearío o, mejor dicho, de pensar con lógica.

Anoche, en el debate de Telemadrid, alguien exaló, "el capitalismo es un fraude", para justificar la caída del precio de la vivienda. Lo grave es que la mayoría de la gente creerá en cualquier consigna similar, simplemente por carecer de la información necesaria para contrastarla y rebatirla, como saber de dónde salen las partidas que financian actualmente a nuestros ayuntamientos y a tanta mano muerta, como muy bien usted señala diariamente.

Hay que explicar que personas como esa pueden respaldar la ideología socialista por tres únicas razones:
-Malicia (Ansiar algún tipo de poder)
-Comodidad (Subsistir pretendiendo trabajar poco o nada)
-Ignorancia (La mayoritaria entre las clases medias)

Y apostillar que, aunque también el liberalismo podría llegar a respaldarse por las mismas razones, todavía cabría añadir una cuarta, radicalmente contraria a todo totalitarismo:
-El sentido común.

La social-democracia de la que tanto presumen ciertos intelectualoides como el mencionado es la nueva forma de totalitarismo encubierto, y pretende mantener controlada a una casta de clases medias trabajadoras, con un aparente derecho, sólo en potencia, a una propiedad privada inalcanzable.

Este gobierno socialista ha buscado la caída sistemática del precio de la vivienda, para fomentar el alquiler subvencionado entre toda una generación a la que, al mismo tiempo, disuaden de ser futuros propietarios desvinculados del socialismo.

LaMáquinaInconexa dijo...

Perdón por la falta de ortografía. Pretendía escribir "ideario", y no "idearío".

templario dijo...

A lamáquinainconexa

En primer lugar quiero agradecer tu mensaje y alabar tu licidez. Comprendo la inquietud porque no haya demasiada gente concienciada de lo que nos estamos jugando y por dónde va la deriva de las cosas. En mi caso estoy haciendo esfuerzos ímprobos por hacer pedagogía y ya te anuncio que en breve sacaré dos libros que actualizan y complementan 'El manifiesto de las clases medias'. También te digo que van muy bien las ventas de este libro, lo que es fundamental para esa pedagogía, porque, en efecto, nada nos asegura que la crisis vaya cada vez a peor por un error en el diagnóstico y por el éxito de la demagogia.
Espero que pronto contemos con la web oficial de la Plataforma de las Clases Medias y eso será una avance.