martes, 15 de abril de 2008

El insufrible agravio del agua

Me dice un oyente de A Fondo, miembro de las sufridas y expoliadas clases medias, que aceptando que se trata de una captación temporal de agua del Ebro, para Barcelona, cosa a la que nadie se opone, faltaría, ya es cuestión de hacer otra captación temporal de agua para la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería. Considera –con ironía- que es muy lógico haber rechazado los treinta mil millones de euros de la Unión Europea para trasvases, pues los trasvases son malos, ya que lo bueno son las captaciones temporales. Como también es muy lógico que se vierta el agua dulce al mar para que se sale suficientemente, de modo que después se la desale con las desaladoras que puso en marcha el PP y llevar el agua en barco desde Almería a Barcelona.
Dejo la ironía, para entrar en serio: por mucho que se pretenda no hay ningún sentimiento anticalatán. Ojalá Cataluña retornará a ser la sociedad liberal en la que se miraba el resto de España, y no esta sociedad atenazada por los complejos nacionalistas. Todo el derecho tienen los barceloneses a que se resuelva su acuciante problema de agua. Pero es obvio que se mentía y se actuaba bajo el impulso del más reaccionario egoísmo subvencionado cuando se rechazaba el Plan Hidrológico Nacional en nombre del Delta del Ebro.
Los ciudadanos de la Comunidad Valenciana y de Murcia y de Almería tienen derecho al agua de todos los españoles. Lo que se está haciendo representa un agravio claro. La diputada por Valencia, María Teresa Fernández de la Vega debería ser la primera en protestar. Desde aquí todo mi apoyo a Francisco Camps en su gallarda postura y a cuantas convocatorias de protesta se convoquen. No se oye a los ecologistas subvencionados o no tanto como se les escuchó antes. También debería protestar el presidente del Gobierno autónomo de Aragón, quien, en nombre de la demagogia, ha dejado a buena parte de su territorio sin regadíos ni abastecimiento regular de agua potable.
Es preciso retornar al Plan Hidrológico Nacional, uno de los grandes aciertos del PP, del que Rajoy debe enorgullecerse y reivindicar.
No existen las captaciones temporales de agua. En mi pueblo, se llaman trasvases. Una de las formas de mentira más indignantes de este Gobierno es la permanente utilización del subterfugio, el eufemismo y el circunloquio. Es decir, de la tomadura de pelo y de la ineficacia.
Gobierno ineficaz y despilfarrador. Pura expoliación de las clases medias.

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