sábado, 5 de abril de 2008

PP: Renovación de los conspiranoicos

No puede por menos que satisfacerme y alegrarme que la renovación en marcha del Partido Popular represente una depuración del error de la teoría de la conspiración sobre el 11-M, cuyos entresijos político-mediáticos he descrito y desentrañado en mi libro “Conspiranoia. De cómo El Mundo y la COPE mintieron y manipularon sobre el 11-M”. Quienes se implicaron de manera más palmaria están desapareciendo de la vida pública. Es el caso de Alicia Castro, la exdiputada que firmó las delirantes trescientas cincuenta preguntas parlamentarias, en las que el PP llegó a preguntar quién había dado la orden de asaltar el piso de Leganés, cuando, obviamente, había sido la cadena de mando del Ministerio del Interior del PP, con Ángel Acebes a la cabeza. El caso también de Jaime Ignacio del Burgo, del que por respeto a su trayectoria en otros temas, prefiero no hacer comentario. Eduardo Zaplana que ha tenido una legislatura vergonzosa, como el vocero de la conspiranoia. Agustín Díaz de Mera está quemado y Ángel Acebes es una notoria rémora para el PP. Esa absurda e injuriosa fabulación, que en ningún caso puede ampararse en la libertad de expresión, sino en la más estricta arrogante irresponsabilidad, está pasando una lenta pero segura factura a quienes la difundieron, la dieron alas o la promovieron. El descrédito va llegando a los gurúes, a Losantos –que pidió que soltaran a Zougham y a todos los terroristas islamistas- y a Pedro Jota que saldrán más pronto que tarde por el sumidero de la historia, por haber perpetrado la página más negra del periodismo español y la más estúpida de la política, pues hemos llegado a ver a políticos cuestionando su propia labor investigadora. Esa historia de la ‘Conspiranoia’ muestra que la dirección del PP no ha estado en Génova, sino en los despachos de algunos medios, y que Mariano Rajoy no ha contado con un equipo propio, porque Rajoy siempre ha sido más prudente que sus más directos colaboradores, que parecían jugar en su contra, quizás pensando en una sucesión anunciada que, por ahora, no tendrá lugar. El tiempo pone a cada uno en su sitio y a todos los denunciados en ‘Conspiranoia’ los está poniendo en el desmerecido que se merecen. Así que, lo dicho, no puedo por menos que estar satisfecho y alegrarme por la regeneradora renovación en marcha. Pero ha llegado el momento de que el PP deje de reír las bromas macabras de los dos mercantilistas de la COPE y El Mundo. Atrévanse a leer ‘Conspiranoia’. Contrasten como todo ha sido una fabulación mentirosa. Comprueben como Pedro Jota se lanzó a la piscina de la mentira cuando no le dieron una televisión analógica. Lean como Losantos se pavoneó de que era una buena técnica para vender periódicos. Atrévanse a leer ‘Conspiranoia’ y a ilustrarse sobre cómo han utilizado a las víctimas y la masacre de Atocha para desprestigiar a los competidores, como a Zarzalejos, un periodista ética y un hombre honrado. Infórmense de cómo con tortuosas artimañas han intentado poner al PP a su dictado y a su servicio. De cómo acusaron a todos los policías españoles –con el respaldo de la Confederación Española de Policía, por cierto- de ser unos asesinos.

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