domingo, 27 de abril de 2008

La depredación de las clases medias se dispara en los ayuntamientos

Llevo tiempo anunciando, desde el programa A Fondo, de Radio Intereconomía, una de las crisis más devastadoras que se nos avecina: la de los ayuntamientos, que han vivido de los ingresos correspondientes a las licencias urbanísticas, y que han inflado sus nóminas, de manera marcada por el nepotismo y por el clientelismo político. Esos ayuntamientos, cortada la vía financiadora del ladrillo, van a repercutir sus dispendios y su falta de previsión sobre los ciudadanos. Esa crisis ya está llegando. He recibido el siguiente mensaje de un oyente de Valencia, que se presenta como asiduo seguidor del programa por ser el único en el que se denuncia públicamente el escandaloso expolio (yo lo llamaría "saqueo" o "robo") de las clases medias españolas.
El oyente me documenta el brutal ascenso del IBI en los nuevos valores asignados para 2008 a un piso que tiene en Mislata, población anexa a Valencia capital.
Los datos resumidos son:
Valor de construcción en 2007 = 23.948 euros. Valor para 2008 = 59.275 euros. Un 147% de aumento.
Valor del suelo 2007 = 598 euros. Valor para 2008 = 81.832 euros. ¡¡ Un 13.570% de aumento !! Increíble, pero cierto.
Valor catastral total: En 2007 = 24.546 euros, y en 2008 = 141.107 euros, o sea, un 474 % de subida.
Indica que “he presentado reclamaciones (supongo que inútiles), tanto al Catastro como al Ayuntamiento, solicitándoles la revisión exhaustiva de las valoraciones realizadas, pues las creo evidentemente erróneas. Así que, ante esta situación de saqueo permanente y descarado, como integrante todavía de la clase media y como previsor que he sido en mi vida y soy, ya estoy buscándome una buena esquina en la que ponerme de rodillas y colgarme al cuello un cartelito que diga: "Una limosnita, por favor, que fui de la Clase Media en la época de Zapatero".
Al margen del buen humor, y de recordar que Zapatero no es la causa de nuestros males, sino su pernicioso efecto, la crisis de modelo en la que estamos se va a extender a todos los niveles, nacional, autonómico y local, con la pretensión de incrementar el expolio de las clases medias. Pero por esa línea se empobrecerá a la parte más dinámica de la sociedad, a la que la sostiene con sus impuestos, y llegará un momento en que todo el edificio se vendrá abajo, pues no quedará suficiente gente para sostenerlo.
Es preciso avisar de la gravedad de la situación y exigir que se produzcan medidas audaces, radicales y rápidas de reducción del gasto público en todos los niveles. Es imprescindible que las clases medias se organicen para defender, desde luego, sus ideales, pero de manera urgente sus intereses en términos de estricta supervivencia.
Agradezco que se me remitan mensajes como el de Pedro Chiarri, así se llama el oyente, para ir denunciando estas tropelías. Los ayuntamientos deberán reducir sus plantillas antes que desbocarse por el abismo de la expoliación de las clases medias.

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